Debe ser muy sencillo decretar cierres de negocios cuando se tiene asegurado el sueldo propio se haga lo que se haga, que en el caso de quienes nos malgobiernan es más bien poco, y lo poco que hacen siempre va en contra de los intereses de sus administrados que somos quienes les pagamos el sueldo.

La mala gestión de la pandemia no es privativa de los políticos de Cataluña, pero el último golpe de efecto de este gobierno en funciones roza el esperpento. Si Torra lo hacía mal, ERC no quiere quedarse atrás en su afán destrozar la economía catalana. El presidente vicario, eso sí, ya tiene asegurada su pensión vitalicia, su oficina, sus asistentes y escolta como pago a los servicios ¿prestados al país?

Se siguen aplicando medidas de la Edad Media en lugar de ciencia y tecnología. Desde junio hay una aplicación para rastrear casos en toda España pero en Cataluña no nos da la gana usarla, somos así de insumisos. Se hacen decenas de miles de PCR fundamentalmente para garantizarse transferencias desde 'Madriz', pero ni se asegura que se cumplan las cuarentenas ni se hacen rastreos. La atención primaria está sobresaturada y no llegan los medios prometidos. Y quienes no han hecho, ni harán, lo que tienen que hacer, y, además, ni por decencia se han bajado el sueldo, ni renuncian a sus innumerables privilegios para solo dedicarse a la propaganda, tienen el descaro de limitar la actividad económica a límites inasumibles.

¿Qué tiene que ver un bar de Gurp con otro de las Ramblas?¿O un restaurante de Tortosa con uno de Vielha? Nos saturan con índices, con cifras que no dicen nada y luego aplican café para todos porque ni saben ni quieren saber.

La epidemia no afecta a los territorios sino a las personas. Debe garantizarse que quien esté contagiado haga cuarentena, tanto por medidas coercitivas como garantizando su sustento si es que no puede ser autónomo quince días.  A lo mejor hay que poner en cuarentena una familia, un bloque de pisos, una manzana o hasta un barrio. Pero no tiene ningún sentido decretar medidas de cara a la galería que afectan a 7,5 millones de habitantes disparando sin sentido.

Es increíble los palos de ciego que dan nuestros gobernantes. Sirva como ejemplo la apertura interrupta de los locales de ocio o la promesa de tener público en los partidos de la Champion y al cabo de nada se decreta el cierre de toda la actividad hostelera y prácticamente toda la actividad comercial. El ejemplo del colegio mayor “confinado” es paradigmático. ¿Por qué encerrar a todos los estudiantes en lugar de hacer PCR y cribar a los contagiados? ¿Se puede hacer peor?

Necesitamos más ciencia, mejores datos y menos populismo. Porque ya vale con el cuento de priorizar la salud y la vida. Lo que pretenden los politicastros es salir en la tele y marcar paquete. No pasará, pero se merecen un severo correctivo electoral porque esto no es gobernar. No les importa nada ni la vida ni la salud ni los médicos ni mucho menos el bienestar de los ciudadanos. Váyanse a casa y déjennos trabajar y vivir en paz.