Pensamiento

Apuntes sobre la comisión Pujol

15 marzo, 2015 10:51

Mucho se ha dicho y escrito acerca del funcionamiento de la Comisión de Investigación sobre fraude fiscal que, más conocida como Comisión Pujol, viene desarrollándose en el Parlamento autonómico de Cataluña.

Ha maniobrado en todo momento para proporcionar un trato de favor a los integrantes del clan Pujol

La mayoría de los opinadores bienpensantes destacan la correcta llevanza de los debates por parte de David Fernández (CUP), que ha visto institucionalizada su figura en contra de sus principios ácratas y antisistema.

Él mismo, se ha encargado de alimentar la crítica despiadada contra los diputados integrantes de la comisión, como si no formara parte de ella en una posición similar a un “primus inter pares” incompatible con los principios igualitarios que dice defender.

Y por el contrario debo decir que si hay algún responsable que señalar por la ineficacia de los trabajos, ese es precisamente quien la está dirigiendo.

A saber:

a)Ha maniobrado en todo momento para proporcionar un trato de favor a los integrantes del clan Pujol, permitiendo que los más locuaces eligieran el formato en el que debían intervenir.

b)Ha maniatado aquellas intervenciones de los comisionados, en las que a fin de evitar el desprecio, el discurso político y la descalificación personal, los miembros de la “famiglia” llevaron a cabo.

c)Ha coadyuvado para que la comisión en lugar de poder esclarecer y depurar responsabilidades políticas de quiénes han manejado a su antojo la Generalidad durante tanto tiempo, se presenten como víctimas de una causa general, de una persecución del Estado contra ellos por ser quiénes son.

d)Ha conseguido que la institución parlamentaria ya en horas bajas consiga tocar fondo desprestigiando la política desde la política.

Un caballo de Troya que gusta del oropel y las alabanzas como si la regeneración llegara con él, pero que en verdad ha seguido “abrazando” la causa del establishment aunque su indumentaria preñada de vanidad pretenda desmentirlo. Sin duda, ¡las apariencias engañan!.