Siento vergüenza ajena” y “espero que sea un paréntesis, porque Cataluña no se merece un presidente como el señor Torra”. Son manifestaciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Sobre el señor Torra ya se ha dicho casi todo. Pero él provoca para que se siga hablando de él. Ya sabe que su final está cerca. Se va. Pero quiere que se le recuerde aunque sea por su falta de cerebro y su estrambótica presidencia de Cataluña. Es lo que quería Puigdemont, ¿o no, amigos lectores? Ha hecho su papel, el que le encargaron. Puede ser inhabilitado en pleno ejercicio de su cargo, pero eso a él le da igual. Ha cumplido su papel. El que venga detrás que lo arregle, si puede. Porque se avecinan tiempos convulsos. Más todavía. Su inhabilitación va a desencadenar el adelanto electoral en Cataluña. O que Pere Aragonés coja el timón del Govern. Parece igual, pero no es lo mismo. Aunque lo que sí está claro es que este individuo no puede seguir en la política. Y menos como president de Cataluña. Adiós, señor Torra.

¡Qué cosas tiene la política! Porque inhabilitar al señor Torra por desobediencia parece de broma. Parece una burla que se le inhabilite por negarse a quitar unos lazos y un cartel cuando lleva desde su proclamación como president desafiando al Estado. En permanente confrontación. En permanente desafío a la convivencia y a la estabilidad de todo el país. Burla. A lo peor lo hacen para despistar o distraer de lo que en realidad están cociendo en las entretelas de la política catalana. Porque todo el mundo sabe que Torra es un fanático sin preparación ni lucidez para ejercer la gran responsabilidad que es ser president. No tiene altura. Fin de Torra.

Su fin llega con la inhabilitación por parte del TSJC. ¿Dos años? Da igual dos que uno. Que se vaya a casa para el resto de los días y deje de incordiar. Y multa. Ahí sí le va a doler. Siempre que pague él y no lo pase como multa al cargo que desempeña. Todo puede ocurrir. Ya conocemos todos cómo se las gastan el política, no solo en Cataluña, sino en resto de España, como Andalucía, Madrid, Castilla y León, etc. Pagan con lo de todos y mantienen sus partidos con lo de todos. La cloaca es total. Torra inhabilitado, ¿y ahora? Elecciones o Aragonés.

¡Vaya! Mira por dónde le puede caer el cargo a Pere Aragonès. Y si le cae sin convocar elecciones, ya tenemos a ERC dirigiendo Cataluña y su política, que es a lo que aspiran desde hace bastantes años. Fin al equilibrio entre JxCat y ERC. Los artículos 6 y 7 de la Ley de la Presidencia de la Generalitat del Govern marcan que el vicepresidente debe asumir el mando ejecutivo. Pere Aragonès. El hombre mejor colocado para ser president o para ser el candidato en las próximas elecciones en sustitución de Oriol Junqueras. ¿Y Tardà? ¿Qué ha sido de él? Se suponía que su regreso a Cataluña era para sustituir a Junqueras. ¿Y Rufián? Gabriel tiene bastante con regir el grupo de ERC en el Congreso y buscar la forma de apoyar a Sánchez sin que se note mucho y consiguiendo lo máximo para recuperar la libertad de los presos, comenzando por Junqueras. Tiene trabajo. Paso a Aragonès.

También está Roger Torrent, pero da la impresión que aún le faltan varios hervores para aspirar a ser president. Hasta el Parlament le queda algo grande. Y además, Junqueras ya ha mostrado su preferencia por Aragonès y su opinión pesa demasiado, hoy por hoy. Tras la inhabilitación, nuevo candidato a president, y si no alcanza la mayoría, se irá a elecciones tras dos meses. Mucho tiempo de espera. Esta Ley Electoral es un desastre hasta en el tiempo. Pero haya tranquilidad; no la cambiarán hasta que se ahoguen el PP o el PSOE. O los dos. Demasiado tiempo de espera.

Si ERC coge la Presidencia de la Generallitat, ¿qué piensa JxCat? Habría que escucharlos. Seguro que nada agradable. No lo van a aceptar de buen grado. Así que mejor será ir a elecciones. Las puede precipitar Torra antes de la condena, y así no cedería el mando. Todo un enredo esta política. Se apela, y hasta que el Tribunal Supremo ratifique la sentencia se pueden pasar varios meses. Hay tiempo para que Torra monte alguna de las suyas. El próximo año todavía dará que hablar, y mucho.

JxCat necesita tiempo para reordenarse. Y encajar en el PDeCAT. ¡Qué galimatías de letras! Tendrá que buscar un candidato. ¿Llegará a tiempo el inhabilitado Artur Mas? ¿Pondrán a Puigdemont acompañado de Laura Borràs? Puede ser un buen golpe de efecto. Quedan pocos días para que Puigdemont se presente ante la justicia belga. Veremos la resolución de la euroorden. Con Puigdemont en cabeza, las expectativas de ERC disminuyen notablemente. Cosas de la política y de los nombres.

De momento, lo importante es qué papel va a jugar ERC en la investidura de Pedro Sánchez. “Por nosotros no va a quedar”, no se cansa de repetir Rufián. Veremos la contraoferta. La política en España es un mercado. ¿A cambio de qué? Tenemos presos a los líderes del procés, la campaña del PSOE y su diálogo ha sido más dura de lo previsto, la presión de la CUP y JxCat va en aumento. Puede que ERC se piense su apoyo a Pedro y Pablo. Complicado.

Todo más complicado que en la pasada primavera. Incluso Cataluña está más complicada. Puede estallar. Y no se ven soluciones ni desde el Gobierno central, ni desde los partidos constitucionalistas, ni desde el Govern de la Generalitat. Tenemos una conllevanza difícil de llevar. Va a tener razón Ortega y Gasset. No hay solución. Y muchos ciudadanos españoles que ya pronostican otras elecciones para la primavera. Lo que nos faltaba. Pero ya no estará el señor Torra encabezando las movilizaciones. Al menos como president. Adiós, señor Torra.