Pensamiento

Abrazos para todos

22 abril, 2014 10:14

Sin lugar a dudas, Marta Rovira fue la que se llevó todo el protagonismo el 8 de abril en el Congreso, eclipsando por méritos propios a Jordi Turull y Joan Herrera. Los detractores de la mal llamada inmersión lingüística expresaban su regocijo en las redes ante semejante documento gráfico que desmiente uno de los mantras más utilizados por el nacionalismo catalán, el de que los alumnos de Cataluña tienen un nivel de español superior a los del resto de España.

Teniendo en cuenta que España no es un país demasiado grande y que tenemos buenas vías de comunicación, resulta muy fácil desplazarse de un sitio a otro así que, insisto, viaje, señora Rovira, y así podrá apreciar mejor al resto de españoles

Sus defensores, sin embargo, se lanzaron a decir que, por su edad, Marta Rovira no había sufrido la normalización lingüística aunque, en realidad, la Ley de Normalización Lingüística fue promulgada en 1983, cuando ella empezaba la primaria y, antes de eso, ya desde finales de los 70 había escuelas en las que gran parte de la docencia se impartía en catalán.

Otra de las manipulaciones consiste en repetir hasta la saciedad que se estaban burlando injustamente de su acento catalán pero, obviamente, las críticas no iban por ahí sino por su absoluta falta de fluidez y sus constantes errores sintácticos. Y, lo más grave, se trataba de un acto formal planificado y, en realidad, más que hablar, estaba leyendo un texto; así resulta difícil imaginar que se pueda defender bien en un acto de habla espontáneo. Transcribo 33 segundos de su parlamento y que cada cual extraiga sus propias conclusiones:

"En la silla, en en la silla, en la silla, en una de las sillas encontramos sentado desde siempre el catalanismo político pero, ¿qué encontramos en la otra silla? Pues, a día de hoy, lo que encontramos en la otra silla son improprerios, son amenazas veladas, son informes apocalípticos, que si vagaremos por el espacio, es que, que si vagaremos por el espacio, Ministro Margallo, esta no es una ma una buena manera de seducir a los catalanes".

Más allá de lo absolutamente ridículo que resulta andar reclamando que los catalanes queremos ser seducidos –conmigo que no cuenten, por favor- decir que en esa silla negociadora derrochando "muchos kilos de sensibilidad democrática" (sic) está el nacionalismo catalán es un insulto a la inteligencia cuando llevan años hablando del "espolio" de España hacia Cataluña, subvencionando infames simposios como el de "Espanya contra Catalunya" y cuando el número uno de la lista de ERC al Parlamento Europeo, Josep Maria Terricabras, fue promotor de una denuncia ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU por el "genocidio cultural" que según ellos está sufriendo la lengua catalana por parte del Gobierno de España y de los gobiernos autonómicos. Pura cordialidad, vamos.

Marta Rovira empezó su discurso expresando su alegría por estar allí y afirmando que "si nos conociéramos más, también nos apreciaríamos más" y mandando, ante la estupefacción y los murmullos generalizados en el hemiciclo, abrazos para todos. ¿Si nos conociéramos más? Viaje un poquito, señora Rovira, que le va a sentar estupendamente. Teniendo en cuenta que España no es un país demasiado grande y que tenemos buenas vías de comunicación, resulta muy fácil desplazarse de un sitio a otro así que, insisto, viaje, señora Rovira, y así podrá apreciar mejor al resto de españoles.

Societat Civil Catalana también ha sido ignorada por TV3, uno de los pocos medios que no se ha hecho eco del nacimiento de esta asociación que pretende dar voz a los que estamos en contra de la secesión de Cataluña

Claro, que a veces no hace falta ni desplazarse. De hecho, a veces la gente se desplaza hasta donde está ERC y, curiosamente, son ellos los que se niegan a recibirlos. Y eso que estoy hablando de catalanes. Me refiero, en concreto, a José Rosiñol y Susanna Beltrán, presidente y vicepresidenta de Societat Civil Catalana, que acudieron al Parlamento autonómico para entrevistarse con los diferentes grupos políticos y fueron recibidos por todos excepto por ERC. ¿Dónde está el diálogo? ¿No hay abrazos para ellos? Vaya, que mienten pero no engañan, porque dudo que nadie se tragara el mensaje de cordialidad de la diputada catalana.

Societat Civil Catalana también ha sido ignorada por TV3, uno de los pocos medios que no se ha hecho eco del nacimiento de esta asociación que pretende dar voz a los que estamos en contra de la secesión de Cataluña. Tampoco tuvieron cobertura mediática el nacimiento de Somatemps ni de Federalistes d’Esquerra, pese a contar con la presencia de voces tan destacadas como las de Victoria Camps o Carme Riera. El diputado de Ciudadanos Jordi Cañas interrogó sobre este asunto a Brauli Duart, Director General de la Coorporación Catalana de Medis Audiovisuals, que contestó remitiéndose al libro de estilo. Según ese libro, los actos citados no cumplen los requisitos de interés general pero, sin embargo, si los cumple un suceso de vital importancia para el devenir de la ciudadanía como la desaparición de estelades al que dedican un reportaje de un minuto y treinta y cuatro segundos. ¿Es qué alguien puede conciliar el sueño mientras sigan desapareciendo esas banderas de sus mástiles? Qué menos que dedicarle su tiempo.

Resulta cuando menos curioso que los medios públicos catalanes consideren que la recogida de más de 5.000 adhesiones en una semana no sea de interés en Cataluña y, sin embargo, sí lo hayan recogido gran parte de los medios privados tanto autonómicos como nacionales así como la televisión pública española. ¿Quién marca los criterios? En todo caso, pese al ninguneo de TV3 y ERC, Societat Civil Catalana sigue adelante y el 23 de abril a las 19:00 horas hará su puesta de largo en el Teatro Victoria. Este año tendremos un Sant Jordi con V de Victoria.