“Párale a tu jeva que aquí te la tumban”. Podría ser el lema de este establecimiento, en el que los mojitos, los cócteles a base de ron y la música latina son las estrellas. Significa “vigila a tu mujer, que aquí ligarán con ella”.
Este humilde probador no fue acosado por ningún ser humano con fines lúbricos, así que a saber si los papelitos que algún cliente colgó en una de sus paredes son una leyenda o una realidad. El único placer experimentado fue el disfrutar de sus especialidades.
Me zampé una hamburguesa muy, pero que muy buena, (siete euros y medio con queso y patatas, no naturales, congeladas, pero bien fritas) acompañado de un mojito (tres euros hasta las 21:30 h). También probé el ‘Pabellón criollo’ (carne mechada, frijoles negros, arroz, plátano frito), que es muy sabroso (ocho euros).
El local es pequeño, y se abarrota rápido. Abren a partir de las 19:30 h. Lo mejor es ir pronto, y así se puede aprovechar el euro de descuento en todos los combinados hasta las 21:30 h. Muy frecuentado por los guiris que asolan el Rawalistán que sirve de ‘apellido’ al local.