Dar un ligero tirón en un extremo del sedal, y esperar una respuesta al otro, o una mejor descripción de la pesca es la que ofrece Samuel Johnson: "Un palo y una cuerda, con un gusano en el extremo y un tonto en el otro". A veces, hay que zarandear el señuelo para que el pez muerda el anzuelo y el pescador sea pescado. Y de eso me di buena cuenta como redactor en Jara y Sedal, Solo Pesca y Pesca de Altura. Con la historia pasa igual: tiras del documento, atrapas la información y el historiador queda enganchando. Lanzar bien el señuelo es un primer paso, ser paciente y clavarlo los siguientes, pero no son suficientes. Una vez apresado hay que sacarlo de los abismos para que vea la luz. Ese siempre ha sido mi cometido en museos, documentales y revistas como La aventura de la Historia, Andalucía en la Historia y ahora, en Crónica Global.
