El disco de 'Fallen Angel' del cantante irlandés Trevor Herion / TREVOR HERION

El disco de 'Fallen Angel' del cantante irlandés Trevor Herion / TREVOR HERION

Música

Trevor Herion

El cantante de The Civilians y The Fallout Club Trevor Herion sacó a la luz el 'one hit wonder' 'Kiss of No Return', que tal vez no fue un 'hit' y la crítica nunca consideró un 'wonder'

20 diciembre, 2021 00:00

En 1982, tras ser plantado por mi novia de entonces, me refugié en una canción que escuché de manera obsesiva durante semanas: su tono melodramático, que tanto me recordaba al Bryan Ferry más irónicamente sentimental, y la historia que contaba, la de un amor no correspondido, la de un beso sin retorno, me hicieron mucha compañía y me sumieron en eso que Erik Satie describía como desespoir agreable. La canción de marras se titulaba Kiss of no return, y quien la cantaba tras haberla compuesto era un muchacho irlandés, de Cork, llamado Trevor Herion, del que nunca había oído hablar. Supongo que en la cara b del single había otro tema, pero si llegué a escucharlo, lo he olvidado. Por el contrario, las tardes y noches que pasé bebiendo, haciéndome la víctima y el slave to love y escuchando una y otra vez Kiss of no return, siempre las tendré presentes.

Como casi todos los dramas juveniles, mi historia de amor no correspondido no duró mucho, así que no tardé gran cosa en archivar a la exnovia y, con ella, al señor Herion, del que me desentendí cuando ya había conseguido aprenderme de memoria su primer y único hit. Si es que Kiss of no return tuvo éxito alguna vez fuera de mi humilde morada, cosa que dudo, sobre todo porque el elepé que siguió a ese tema que me echó una manita en un momento complicado fue un fracaso absoluto, uno de esos discos que no compra nadie y que suelen sumir a su autor en la desesperación inevitable de quien no consigue suscitar el interés de sus semejantes. Confieso que, cumplida su función, yo fui el primero en olvidarme del señor Herion y ni me enteré de que había llegado a publicar un disco de larga duración (tiempo después, cuando intenté conseguirlo, vi que estaba descatalogado, que nunca se había editado en cd y que era prácticamente imposible de adquirir, con lo que me he quedado con las ganas de saber si el hombre valía realmente la pena o si con Kiss of no return le había sonado la flauta por casualidad).

Antes de mi querida canción, la carrera del pobre Trevor no había sido gran cosa. Instalado en Londres en 1979, el hombre pasó por un par de grupos que no llegaron a ninguna parte: The B-52s (nombre que cambiaron por el de The Civilians porque ya existía un grupo americano que se llamaba así) y The Fallout Club. Con el primero grabó dos singles; con el segundo, tres. Luego inició una carrera en solitario que se redujo al sencillo que contenía Kiss of no return y a un álbum, que también incluía ese tema, titulado Beauty life (1983), que la crítica masacró y el público ignoró. Cinco años después, concretamente el 1 de octubre de 1988, Trevor Herion se suicidó. ¿Motivos? Hay explicaciones para todos los gustos: tenía un carácter depresivo y daba señales de sufrir problemas mentales, o no pudo sobreponerse al fracaso de Beauty life o le pasó algo tan grave que optó por quitarse de en medio. A diferencia de otros muertos ilustres de la historia del pop, lo cierto es que nadie se ha tomado la molestia de estudiar el caso del señor Herion, tal vez porque su Kiss of no return solo fue importante para un jovenzuelo barcelonés con tendencias melodramáticas y algunos de sus iguales repartidos por Gran Bretaña y el continente europeo.

No sé dónde he metido el single en cuestión. No recuerdo si lo compré tras escucharlo en la radio o si fue un regalo de la discográfica Ariola. Lo único que tengo claro es que, durante unas cuantas semanas, me hizo compañía y me consoló de un drama que tampoco era para tanto, pero que, a mí, a los 26 años, se me antojaba de una importancia fundamental. Por eso puedo decir que Trevor Herion es mi one hit wonder favorito de todos los tiempos, aunque tal vez nunca fue un hit y la crítica y el público nunca lo consideraron un wonder. Sé que ese hombre muerto antes de cumplir los 30 solo es una nota a pie de página en la historia de la música pop, pero en la mía da casi para un capítulo.