La catedral de Notre Dame / PIXABAY

La catedral de Notre Dame / PIXABAY

Ensayo

¿Qué hacía tan única a la catedral de Notre Dame?

El incendio del icónico monumento parisino ha dejado muy dañada una de las grandes obras arquitectónicas de la historia

16 abril, 2019 13:58

El incendio que se produjo ayer en la catedral de Notre Dame conmocionó a Europa en su totalidad. Miles de personas siguieron el incidente en directo a través de redes sociales y mostraron sus sentimientos de tristeza por todo el patrimonio que se estaba perdiendo pasto de las llamas. La catedral de Notre Dame es uno de los símbolos de París y del Viejo Continente, además de una de las construcciones góticas más imponentes y representativas. Aunque su estructura ha conseguido salvarse, así como las dos torres principales, el techo, la aguja central, parte del atrio y los rosetones han quedado destruidos o gravemente dañados.

Su construcción comenzó en 1163 por la importancia que estaba tomando la ciudad de París, y finalizó en 1345. La nueva forma de construir que estaba comenzando al norte de Francia, el gótico, llegó a la capital francesa para dotar al nuevo monumento de unas formas nunca vistas, logrando obtener efectos verticales de gran tamaño que sobrepasaban, con creces, los obtenidos por el estilo románico durante los siglos anteriores. Su localización es muy peculiar, ya que se encuentra en la pequeña isla de la Cité, en medio del río Sena, que ya en época de los celtas y los romanos fue zona de culto religioso.

Los tesoros de Notre Dame

El edificio es uno de los más visitados de Europa y fue declarado Patrimonio Universal por la Unesco en 1991. Recibe más de doce millones de turistas cada año, pero eso no había impedido que se mantuviese el culto religioso en su interior, oficiando cinco servicios religiosos todos los días a excepción del domingo, que se ofrecían dos más. El interior de la catedral cuenta con cinco naves, a las que hay que sumar las capillas laterales, además de un claristorio. Su gran tamaño es lo que más llama la atención a los visitantes, junto con sus rosetones y sus enormes vidrieras de color. Curiosamente, las vidrieras originales fueron destruidas en el siglo XVIII, a excepción de tres rosetones: los situados en el lado oeste, norte y sur de la catedral.

Altar de la catedral de Notre Dame / PIXABAY

Altar de la catedral de Notre Dame / PIXABAY

Altar de la catedral de Notre Dame / PIXABAY

Sin embargo, en su interior se guardaban otros tesoros de valor incalculable. Los más importantes son la Corona de Espinas, la Túnica de San Luis, un fragmento de la Cruz Verdadera y uno de los Santos Clavos, objetos de gran importancia para la fe cristiana. Otros objetos de gran relevancia que se guardaban en su interior son la pintura de Santo Tomás de Aquino realizada por Antoine Nicolas en 1648, la escultura de La Piedad realizada por Nicolas Coustou en el siglo XVIII, el órgano de Aristide Cavaillé-Coll fabricado en el siglo XIX y el altar de mármol.

El duro proceso de reconstrucción

Por suerte, el trabajo realizado por más de 500 bomberos consiguió evitar que se destruyese la catedral de Notre Dame por completo. Lo que más ha sufrido ha sido el tejado de la nave principal, que ardió en pocos segundos. Una de las imágenes más espectaculares del incendio fue la caída de la aguja central, construida en el siglo XIX y cuyas labores de restauración pudieron ser el origen del incendio. El fuego no llegó hasta las grandes torres situadas en la fachada principal, símbolo de la catedral y de la ciudad parisina.

Gárgola de la catedral de Notre Dame / PIXABAY

Gárgola de la catedral de Notre Dame / PIXABAY

Gárgola de la catedral de Notre Dame / PIXABAY

La gran duda ahora está en saber cuánto tiempo se tardará en reconstruir el monumento. La catedral de Notre Dame era de acceso gratuito, ya que el gobierno francés destinaba cerca de dos millones de euros anuales a su mantenimiento. Ya se ha puesto en marcha distintos organismos para recaudar fondos e iniciar su reconstrucción, una de las prioridades para Emmanuel Macron, presidente de Francia. Por el momento ya se ha confirmado la donación de cien millones de euros realizada por la familia Pinault, una de las fortunas más grandes de Francia y que ocupa el séptimo puesto en el ranking global realizado por la revista Forbes.