Simulación del sol en proceso de cristalización dentro de 10.000 años / UNIVERSIDAD DE WARWICK

Simulación del sol en proceso de cristalización dentro de 10.000 años / UNIVERSIDAD DE WARWICK

Ciencia

Cuando el sol muera se convertirá en una gigantesca bola de cristal

Este proceso de solidificación ocurre en otros cuerpos celestes y podría sucederle al sol dentro de 10.000 años

23 enero, 2019 18:25

Un grupo de investigadores de la Universidad de Warwick, en Reino Unido, ha analizado junto la colaboración de científicos estadounidenses y canadienses los datos de la nave espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea, en los que se ha revelado por primera vez cómo las enanas blancas, lo que se conoce como los restos de estrellas muertas, se convierten en esferas sólidas a medida que el gas caliente de su interior se enfría.

Este proceso de solidificación y cristalización fue predicho anteriormente en un estudio publicado hace cincuenta años, pero no ha sido hasta ahora cuando los datos de la Gaia han permitido a los científicos observar una cantidad suficiente de enanas blancas con las que descifrar detenidamente el patrón que se produce en ellas. Para llevar a cabo la investigación, el equipo reunió datos de más de 15.000 cuerpos celestes con posibilidades de ser enanas blancas, algunos de ellos situados a más de trescientos años luz de distancia de la Tierra.

Enanas blancas

Cuando las enanas blancas se cristalizan emiten calor y entran en una fase de baja energía, tal y como ocurre cuando la energía térmica se retira del agua y se congela para formar hielo. “Esto significa que miles de millones de enanas blancas han completado ya este proceso y son básicamente esferas cristalinas en el cielo”, ha afirmado Pier-Emmanuel Tremblay, científico del departamento de Física de la Universidad de Warwick.

La investigación, publicada en la revista Nature, podría ayudar a precisar mejor gracias a este sistema la edad de determinados cuerpos celestes. Este factor es uno de los que más entusiasman a los científicos porque, de ser así, existiría la posibilidad de que muchas enanas blancas fueran más antiguas de los que en realidad se cree, debido a que la cristalización de los cuerpos ralentiza el proceso de envejecimiento.