Palomitas de maíz / PIXABAY

Palomitas de maíz / PIXABAY

Ciencia

Una nueva forma de comer palomitas de maíz

Un experimento ha desvelado que comer este aperitivo utilizando palillos chinos hace que tenga un mejor sabor

4 julio, 2018 16:30

Ir al cine y comprar un cubo de palomitas de maíz es una de las acciones más habituales de los aficionados al séptimo arte. Sin embargo, haberlo convertido en una rutina no ayuda a que se disfrute igual del sabor de este aperitivo, ya que al estar viendo una película nuestro cerebro no identifica el sabor de las palomitas de la misma manera que si, únicamente, estuviéramos comiéndolas sin hacer ninguna cosa más.

Precisamente esta es la base de un experimento publicado en Sage Journals y que ha sido realizado por científicos de la universidad de Chicago en Estados Unidos, quienes invitaron a sesenta personas a comer palomitas de maíz para determinar la forma en la que es posible degustarlas mejor.

Mejor con palillos chinos

Los participantes se dividieron en dos grupos. Al primero de ellos se les indicó que tenía que comer palomitas de maíz del modo tradicional, es decir, utilizando las manos. Por su parte, los miembros del segundo grupo debían consumirlas utilizando unos palillos chinos.

Palillos chinos / PIXABAY

Palillos chinos / PIXABAY

Palillos chinos / PIXABAY

Los resultados sorprendieron a los responsables del experimento: las personas que utilizaron los palillos chinos explicaron que las palomitas de maíz les habían sabido mejor que otras veces. ¿A qué se debe esto? Los científicos han señalado que puede deberse a que al utilizar un instrumento diferente las personas tenían que estar más pendientes de la acción de comer palomitas de maíz, de modo que indirectamente les provocaba una mayor sensibilidad a su sabor.

Agua en copa de Martini

Para certificar esta conclusión se llevó a cabo un segundo experimento, esta vez utilizando agua en lugar de palomitas de maíz. Nuevamente se dividió a los participantes en dos grupos: los del primero tenían que beber agua utilizando un vaso normal y los del segundo en copas de Martini. Y nuevamente, los del segundo grupo aseguraron que el agua era más fresca y deliciosa.

De esta forma, estos pequeños cambios en nuestras rutinas ayudan a que nuestra mente se centre más en las acciones que estamos realizando y en las sensaciones que provocan.