Partículas de oro / CREATIVE COMMONS

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Ciencia

Editan el ADN de un virus para fabricar partículas de oro

El virus, conocido como M13, se convierte en oro gracias a la intervención de la nanotecnología

2 septiembre, 2018 16:42

Un equipo de científicos de la Universidad de California, Estados Unidos, ha logrado manipular el ADN de un virus para construir nanopartículas de oro. Este increíble hallazgo ha sido posible gracias a la manipulación del virus, conocido con el nombre M13, hasta que adoptara una forma esférica expuesta al agua y al tricloruro de metilo o cloroformo. Una vez conseguido esto, los científicos añadieron partículas de oro que comenzaron a proliferar sorprendentemente en nanoesferas mucho más grandes de este tipo de metal. Gracias a esta técnica, los científicos consiguieron construir un nanocable de un micrómetro de longitud. 

Así habla al respecto la principal investigadora del equipo científico, Elaine Haberer: "La naturaleza ha estado ensamblando nanoestructuras complejas y altamente organizadas durante milenios con precisión y especificidad muy superiores a los enfoques tecnológicos más avanzados. Al comprender y aprovechar estas capacidades, esta extraordinaria precisión a nanoescala se puede utilizar para adaptar y construir materiales altamente avanzados con un rendimiento previamente inalcanzable”.

Nuevas aplicaciones

Después de evidenciar que la modificación genética del M13 puede reproducir nanoesferas de oro con cierta facilidad, el equipo científico planea seguir ahondando en esta investigación con el objetivo de que este descubrimiento pueda derivar en nuevas aplicaciones, por ejemplo dentro del ámbito de la construcción de componentes electrónicos y, quizás en un futuro, oro monetario o la joyería.

Sin embargo, no es la primera vez que este virus se ha modificado genéticamente para aplicaciones técnicas y científicas. Su potencial de manipulación se lleva conociendo desde hace mucho más tiempo y ha conseguido, además de este hallazgo, importantes avances en la ciencia, como por ejemplo desde la producción de células fotovoltaicas con nanotubos de carbono o la depuración del agua. Y por supuesto, una de sus principales aplicaciones se trata de la producción de semiconductores, lo que da lugar a que esta innovación pueda tener un importante impacto dentro de diferentes áreas.