Imagen del Frente Marítimo de Barcelona, donde el CSIC quiere un 'paseo' científico / CG

Imagen del Frente Marítimo de Barcelona, donde el CSIC quiere un 'paseo' científico / CG

Ciencia

El CSIC diseña un paseo científico en Barcelona para 2022

El Instituto de Ciencias del Mar trabaja en un centro de investigación que enlazaría la playa con su sede; las discotecas se oponen y piden alternativas

26 octubre, 2020 00:00

El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) diseña un paseo científico en Barcelona para 2022. Su sede de investigación del océano, el Instituto de Ciencias del Mar (ICM), trabaja ya para ampliar sus instalaciones desde su sede en el Frente Marítimo hasta la playa del Somorrostro. Su plan, no obstante, choca con el proyecto y voluntad de los clubes de ocio nocturno, que piden ubicaciones alternativas.

Lo ha explicado a este medio Josep Lluís Pelegrí, director del ICM y del Centro Mediterráneo de Investigaciones Marinas y Ambientales (CMIMM), que ha revelado que "ya se trabaja sobre planos" para ampliar la sede del hub científico hasta primera línea de mar en 2022. El proyecto, ha agregado Pelegrí, tiene como idea final la construcción de un paseo científico que puedan visitar escuelas e investigadores de todo el mundo.

2022: final del contrato de Opium

El CSIC tiene en mente una fecha: 2022. "Esperábamos que con el fin de la concesión del Estado al Ayuntamiento de Barcelona en 2019, podríamos empezar. No fue así. Pues bien, ahora trabajamos a dos años vista porque en dos ejercicios vence la primera prórroga a los clubes de ocio nocturno que se encuentran delante de nosotros", recuerda.

El investigador se refiere a Opium, del grupo Costa Este, a quien el Estado alargó la concesión de 2020 a 2022. El CSIC quiere ese local de 1.500 metros cuadrados para la primera ampliación del centro, que se repetiría en los otros cinco locales que tienen permiso de explotación hasta 2025, cuando venzan las autorizaciones.

Un 'paseo' científico

Tras el pelotazo acometido por Archer Hotel Capital (AHC) y el Hotel Arts en primera línea de mar, el CSIC reclama su turno. Asegura que ya se les prometieron los locales de ocio nocturno --lo hizo el Ayuntamiento de Barcelona en 2019, sin pacto, y resultó ser un fiasco-- y que ahora sí que juega a todo.

"Tenemos centenares de personas trabajando aquí, mucha producción científica. Una salida al mar nos permitiría aumentar esa capacidad y trabajar con el resto de centros de la ciudad y los colegios", defiende Pelegrí. El investigador recuerda que el centro recibió en marzo la acreditación Severo Ochoa a la Excelencia. "Se dan muy pocas y es una distinción que acredita nuestra importancia", agrega.

Los operadores quieren alternativas

La expansión del CSIC en pleno frente litoral de Barcelona choca con los usos actuales. Operan cinco locales de restauración y ocio nocturno que recientemente han ganado concesiones hasta 2022, en el caso de Opium, y hasta 2025, en los casos de Shoko, Carpe Diem, Agua y otro local más reducido.

Sus explotadores piden "preservar las mejores terrazas de Barcelona" y que "se imponga el sentido común". Alertan de la pérdida de puestos de trabajo y recuerdan que el CSIC-ICM puede ampliarse en otras ubicaciones.

El 'pelotazo' del Arts no afecta

Lo que no entra en la ecuación, de momento, es el pelotazo del Hotel Arts. Desde el CSIC confían en que puedan convivir los usos recreativo y de lujo que propone el hotel en el Frente Marítimo y su paseo científico. "Imaginamos un espacio de transición desde la plaza Charles Darwin --junto al Parque de Investigación Biomédica de Barcelona-- hasta el Arts, sin las escaleras actuales, que están desfasadas, que pasarían a ser claraboyas que iluminarían los bajos", explica Pelegrí.

El investigador confía en el ayuntamiento, que tendrá ahora mucho más que decir tras ver pasar el pelotazo del Arts sin inmutarse. Y en el Estado, pese al buen negocio que ha generado la venta pública de los terrenos que colindan con el cinco estrellas. "Es un proyecto de ciudad", ha apostillado el científico.