Platea del Gran Teatre del Liceu (Barcelona) / EP

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Ciencia

La cocapitalidad: la oportunidad de Barcelona de recuperar su lugar como meca cultural

La Ciudad Condal ha perdido su "polo de tracción" de la cultura en los últimos años y revivirlo es una de las reivindicaciones de los principales agentes del sector en la metrópoli

14 noviembre, 2020 21:00

La propuesta de dar a Barcelona el estatus de cocapitalidad cultural de España surgió a finales de enero con una proposición del concejal Manuel Valls, aunque ya había sonado en 2017, cuando el entonces teniente de alcalde de Cultura, Jaume Collboni, reclamó al PP dicha posición sin obtener respuesta. Finalmente, la iniciativa recibió el apoyo de Barcelona en Comú, PSC, Ciudadanos y el PP. ERC se abstuvo. Solo Junts per Catalunya votó en contra.

La idea va más allá de lo simbólico, pues el acuerdo viene acompañado de una inyección de unos 20 millones de euros. Para que prospere, primero deben hacerlo los Presupuestos Generales del Estado, en cuyo texto se reconoce expresamente que la Ciudad Condal es cocapital cultural y científica, junto con Madrid.

Barcelona quiere recuperar la cocapitalidad cultural

No es algo nuevo, ni mucho menos. De hecho, de salir adelante la idea, Barcelona “recuperaría” y no “obtendría” la condición de cocapital de España. Ya ostentó el título durante el mandato municipal de Jordi Hereu. Aquel convenio decayó con la elección de Xavier Trias como alcalde y el relevo de José Luis Rodríguez Zapatero por Mariano Rajoy en la Moncloa.

Así pues, la propuesta también cuenta con un trasfondo político y en los tiempos que corren podría tildarse sin tapujos de revolucionaria, sobre todo si se tiene en cuenta el cariz ombliguista que Madrid, centro de todo, ha adoptado en los últimos años.

Refuerzo de instituciones y eventos

La aportación extraordinaria servirá para reforzar instituciones y eventos culturales y científicos cuyo ámbito de influencia trasciende la propia ciudad. El actual teniente de alcalde de Cultura, Joan Subirats, prevé destinar el dinero a instituciones culturales como el Museu Picasso, el Macba, el Festival Grec, y la Fundació Miró.

No obstante, todavía es pronto para dar nada por hecho, como bien indica esta última institución, que se niega a hacer valoraciones sobre el asunto hasta que “haya algo concreto”. El ámbito científico será el otro gran beneficiado, aunque Subirats ya ha avisado de que no será un fifty-fifty, porque la "tradición cultural de la ciudad es mayor que la científica”. 

Unir la cultura y la ciencia

Pese a ello, el responsable de Cultura sí avanzó que parte de la financiación se destinará a las bienales de pensamiento y ciencia, así como a impulsar la política de becas. También entraría en los planes habilitar un centro de divulgación científica en el edificio anexo a la casa de Muñoz Ramonet, en la calle Muntaner.

Pero uno de los principales objetivos del ayuntamiento es potenciar la colaboración entre el arte y la ciencia, dando un empujón a proyectos innovadores como los de Hangar y la Fabra i Coats. L’Escocesa es otro de los centros susceptibles de recibir un pellizco. Su director, Enric Puig, cree que “esta es la oportunidad para desarrollar políticas en las que la cultura no sea tan patrimonialista y continuadora de los grandes dinosaurios institucionales”. “Hay que darle aire a instituciones como la nuestra, que se basan en la creación comunitaria y la explotación de la cultura de base, que se contrapone a la profesionalización”, argumenta.

La pérdida del público nacional

Los últimos años no han sido fáciles para Barcelona. Desde que el procés independentista explotara en las calles catalanas, los visitantes nacionales que antes venían a empaparse de las últimas novedades del teatro, la música y el arte empiezan a optar por otras ciudades como Málaga y Valencia, que en las legislaturas más recientes han hecho una clara apuesta por por la cultura.

Gran parte de la cuota de mercado del turismo internacional sigue bajo dominio catalán, pero en una situación como la actual eso se ha mostrado del todo insuficiente. Así pues, la cocapitalidad podría contribuir a reconquistar el prestigio perdido.

El teatro, en el punto de mira

Así lo ven desde la Asociación de Compañías de Teatro Profesional de Cataluña (Ciatre), cuya presidenta, Susana Lloret, cree que este título ayudaría a Barcelona a recuperar el “polo de tracción” que ha perdido en favor de otras ciudades, especialmente Madrid. “Hay que conseguir que el dinero que esto traiga a Barcelona deje un poso en la ciudad que vaya más allá de lo económico. Debe tener una mirada de larga distancia”, remarca.

La innovación fue el sello de la cultura y el arte de la capital catalana, y eso es lo que hay que reivindicar de nuevo, según Ciatre. “Si hubiese una inyección de dinero, se deberían reforzar las estructuras teatrales para que puedan arriesgar más y acoger compañías y programas de creación contemporánea”, remarca la presidenta de la asociación. “Cataluña tuvo una marca muy potente que impulsó el sector”, recuerda Lloret, quien lamenta que hoy los teatros “asumen menos riesgo porque tienen la mirada puesta en la viabilidad”. “Esto nos está pasando factura y deberíamos aprovechar esta oportunidad para volver a tener visibilidad y a ser pioneros”, asevera.

Subsanar los estragos de la pandemia

No menos importantes son los problemas financieros que la pandemia de Covid-19 ha provocado en varios agentes culturales de Barcelona. Es el caso, por ejemplo, del Macba, cuya ampliación todavía está pendiente. Fuentes del museo aseguran que el Mueu d’Art Contemporani espera una “mejora de su financiación para poder alcanzar todos sus objetivos y dar un mejor servicio público”. “Nos encontramos en un momento en el que todo parece indicar que nuestra autofinanciación será inferior a la de los últimos años”, avisa el museo.

Algo parecido en el Museu Picasso, cuyo director, Emmanuel Guigon, pide que ayudas como esta contribuyan a mostrar Barcelona “como lo que es, una gran capital picassiana, al igual que lo son París y Nueva York”. “Tenemos una ciudad única en el mundo, que es un museo monográfico de tres genios: Picasso, Miró y Gaudí”, reivindica Guigon.

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