Ejemplar de la planta hiedra 'photos', modificada genéticamente para purificar el aire / CREATIVE COMMONS

Ejemplar de la planta hiedra 'photos', modificada genéticamente para purificar el aire / CREATIVE COMMONS

Ciencia

Usan ADN de conejo para crear una planta que purifica mejor el aire

Se trata de unos potos que han sido modificados genéticamente con el objetivo de que puedan servir como “purificadores de aire”

17 enero, 2019 20:32

Un grupo de investigadores de la Universidad de Washington ha publicado un estudio en el que explican cómo han conseguido modificar genéticamente una planta con ADN de conejo para purificar el aire de una forma más eficiente dentro de los hogares y otros recintos, como colegios u oficinas.

El resultado es una alternativa para reducir significativamente la contaminación en estos entornos, ya que en ellos se concentran altos niveles de polución que una sola planta normal no es capaz de soportar.

Compuestos peligrosos en hogares

El estudio, publicado en la revista científica Environmental Science & Technology, explica que los recintos cerrados suelen contener compuestos orgánicos volátiles como el formaldehído, el benceno y el cloroformo, unas toxinas que se originan de formas muy diversas en actos cotidianos como cocinar, fumar o ducharse.

Así lo explica Stuart Strand, uno de los principales responsables del estudio: “La gente no ha estado hablando de estos compuestos orgánicos peligrosos en los hogares, y creo que eso se debe a que no podíamos hacer nada al respecto. Sin embargo, ahora sí podemos hacerlo y por eso hemos diseñado plantas de interior para eliminar estos contaminantes por nosotros mismos”.

CYP2E1

Para llevar a cabo esta investigación, el grupo de expertos introdujo un gen de conejo llamado CYP2E1 en el genoma de una planta interior común, la hiedra pothos (‘Epipremnum aureum’), consiguiendo unos resultados espectaculares. El gen tiene la función de codificar el citocromo P450 2E1, una enzima encargada de descomponer los compuestos orgánicos volátiles que están presentes en los hogares y en otros recintos cerrados. Una vez hecho este paso, los investigadores expusieron las plantas modificadas genéticamente a las sustancias tóxicas comunes del entorno y dejaron pasar unos días para comprobar resultados.

Tras tres días, las concentraciones de este tipo de sustancias habían disminuido significativamente en el aire, por lo que la conclusión a la que llegaron los expertos es que un biofiltro hecho a partir de plantas modificadas genéticamente proporcionaría aire limpio con resultados comparables a los de los filtros purificadores disponibles en el mercado.