Imagen de la nueva serie de Popeye / WILDBRAIN

Imagen de la nueva serie de Popeye / WILDBRAIN

Cine & Teatro

Popeye se reinventa

La nueva serie cuenta con una animación mucho más colorida, un Popeye sin pipa, espinacas ecológicas y una Olivia más independiente

14 diciembre, 2018 19:23

Popeye el Marino fue una de las series de televisión más queridas de las últimas décadas. El personaje secundario creado por Elzie Crisler Segar para una tira cómica en Thimble Theater de la edición de The New York Evening Journal del 17 de enero de 1929 caló hondo entre el público, hasta convertirse en el protagonista. El paso de los años ha cambiado a Popeye, llevándole a televisión e incluso a la gran pantalla. Sin embargo, la última versión, lanzada como serie de animación infantil a través de internet, no ha gustado tanto como cabría esperar.

Pese a que los botones de “me gusta” y “no me gusta” están desactivados para que sean visibles, los comentarios en el vídeo no dejan lugar a duda. Un Popeye sin su pipa, un Brutus sin barba y ni un solo diálogo. Todo esto ha hecho que los nostálgicos critiquen duramente esta nueva versión. Será una serie que constará de 25 capítulos en su primera temporada. Algunos otros cambios más notorios son, por ejemplo, el hecho de que Popeye cultive sus propias espinacas en vez de tomar una lata de conservas, terminando con el reconocido sonido del barco con un silbato.

Un Popeye más actual

Un personaje creado en 1929 ha experimentado una evolución a lo largo de su historia, y esta etapa está marcada por los cambios sociales más importantes. Por ejemplo, el argumento principal de los capítulos siempre solía ser el de Popeye rescatando a Olivia, su mujer, pero en esta ocasión no hay ningún conflicto relacionado con esto. En esta versión, Olivia se muestra mucho más activa e independiente, sin tener que agitar los brazos hacia el cielo pidiendo ayuda.

Tampoco se han visto actos violentos, sino que la astucia de los personajes, unida a la mala suerte de Brutus, hace que las peleas se resuelvan sin necesidad de levantar los puños. Lo que sí mantiene Popeye son sus reconocibles brazos con el ancla dibujada, además de la expresión facial con un prominente mentón y un ojo cerrado.