Cine & Teatro

El club de los cinco

26 noviembre, 2016 00:00

Me quejaba hace unas semanas de lo mal que trata la industria audiovisual norteamericana al escritor Harlan Coben, de cuyas adaptaciones al cine y a la televisión se han encargado hasta ahora los franceses, y con excelentes resultados. Cuando vi que se anunciaba la próxima emisión de la serie The five, concebida por el novelista de Nueva Jersey y desarrollada por otros, pensé que las cosas empezaban a normalizarse, pero no, la serie es de origen británico y transcurre en una población indeterminada de Inglaterra.

La historia del desaparecido que reaparece se ha explicado en varias ocasiones, pero nunca de esta manera

El punto de partida de The five es puro Coben: cinco críos (cuatro chicos y una chica) pasean por un bosque cuando uno de ellos, el más pequeño, desaparece misteriosamente y no se le vuelve a ver jamás. Mejor dicho, las pruebas de que sigue vivo aparecen veinte años después y no contribuyen precisamente a la alegría de quienes llevan tanto tiempo echándole de menos, ya que su ADN aparece en la víctima de un crimen atroz que debe investigar uno de sus amigos del bosque, que en el ínterin se ha hecho policía. La perspectiva de que su viejo y desaparecido amigo se haya convertido en un asesino llena de inquietud a los cuatro compañeros de excursión, que llevaban tiempo sin verse y ahora se verán obligados a reemprender la relación para intentar averiguar si aquel chaval que fue una víctima ha reaparecido convertido en verdugo.

La historia del desaparecido que reaparece se ha explicado en varias ocasiones, pero nunca de esta manera. Jamás la reaparición de un ser querido había sido al mismo tiempo una bendición y una desgracia, y es evidente que ese ADN sobre el cuerpo de un cadáver abre muchas más incógnitas de las que despeja. De momento, el espectador ya está atrapado, que es lo que suele suceder con las novelas de Coben desde el primer capítulo. La controversia es evidente: ¿qué es mejor, llorar eternamente la muerte de un amigo de la infancia o reencontrarlo al cabo de mucho tiempo convertido en esa clase de persona de la que más vale mantenerse apartado?

El primer episodio de The five deja con ganas de más y permite intuir una conclusión satisfactoria

Aunque el título de esta columna remita a aquellas novelas de Enid Blyton que alegraron la infancia de muchos de mi generación, la estructura de The five guarda una mayor relación con ciertas ficciones de Stephen King, como It o El cazador de sueños, en las que un grupo de adultos debe resolver enigmas y temores que arrastran desde la infancia. El primer episodio de The five deja con ganas de más y permite intuir una conclusión satisfactoria. Más que nada porque, en sus novelas, Harlan Coben siempre se mete en unos fregados tremendos que podrían torcerse en manos de otros, pero que en las suyas se resuelven con brillantez y sin ningún tipo de trampas. Veremos.