Alberto Corazón

Con Alberto Corazón se va uno de los referentes artísticos universales, capaz de adaptar sus coloridos diseños a una sociedad en constante movimiento. Reconocido mucho más allende nuestras fronteras (como, por desgracia, es habitual con los genios culturales en España), con galardones al alcance de muy pocos, como la medalla del oro del American Institute of Graphic Arts (el único europeo que la tiene), Corazón alcanzó la inmortalidad mucho antes de desaparecer. 

Sus imágenes forman parte de nuestra cotidianidad como los sempiternos logos de la ONCE y el del Círculo de Bellas Artes, amén de infinidad de carteles, portadas de libros, ilustraciones. También pintor y escultor, el artista deja un legado de cerca de 60 años dedicados a decorar los caminos de nuestras vidas, que debería ser estudiado de forma obligatoria como ejemplo de lo que puede aportar un talento único.