Mujer delante de la estacion de Francia de Barcelona, 1932 / MARGARET MICHAELIS

Mujer delante de la estacion de Francia de Barcelona, 1932 / MARGARET MICHAELIS

Artes

Barcelona, en el punto de mira de las fotógrafas

La Fábrica y el Ayuntamiento de Barcelona publican, en una edición bilingüe, 'Barcelona, Fotògrafes', un testimonio de la ciudad a través de los ojos de 21 mujeres

26 septiembre, 2020 00:00

No siempre se las ha visualizado como les correspondía pero están ahí. Detrás de la cámara. Captando la realidad que escogieron o la que les tocó vivir. Reclamando una igualdad que por derecho nunca debieron negarles o simplemente ejerciendo con pasión y compromiso una profesión para la que parece, aún hoy, no estaban destinadas.

Le simulateur. 1936 / DORA MAAR

Le simulateur. 1936 / DORA MAAR

Este libro encierra entre sus páginas la historia de una ciudad y también el relato vital de las mujeres que, en ocasiones, desafiaron el estatus social establecido para ejercer con total libertad su trabajo.

Décadas fundamentales de la historia de Barcelona en un relato visual hermoso, humano y excepcional. Un libro de la historiadora Isabel Segura con imágenes de Dora Maar, Gerda Taro, Margaret Michaelis, Kati Horna, Pilar Aymerich, Anna Turbau, Joana Biarnés, o Colita entre otras.

Mercado, 1998 / ANNA TURBAU

 

 

Mercado, 1998 / ANNA TURBAU

La autora recorre cronológicamente varios periodos fundamentales de la capital catalana a través de imágenes y textos explicativos, con el papel de la mujer como hilo conductor. Desde los años 30 durante la II República y la irrupción de la Guerra Civil, los oscuros y represivos años de la dictadura, hasta la tímida pero imparable lucha reivindicativa de los movimientos sociales y el feminismo en la década de los 80.

Luces y sombras de los años 30

Tras la proclamación de la II República en 1931 Barcelona se sumerge en un apasionante proceso de modernización. Una transformación social y urbanística que se recoge en el primer apartado del libro “Barcelona se internacionaliza”. Aquí nos encontramos las fotografías de Margaret Michaelis, un trabajo claramente documental centrado en el barrio del Raval, conocido por aquel entonces como el Barrio Chino. Michaelis retrata las calles, las viviendas, las industrias, los puestos callejeros y también sus habitantes. Sus imágenes contribuyeron notablemente para afianzar el discurso de arquitectos y urbanistas del GATCPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea), que abogaban por una urbe moderna y racionalista.

Niños jugando en la calle, 1932 / MARGARET MICHAELIS

Niños jugando en la calle, 1932 / MARGARET MICHAELIS

Dora Maar también retrató diversos escenarios de la capital como el parque Güell, las vendedoras de las paradas de la Boquería, las concurridas Ramblas, las infraviviendas del Somorrostro o niños jugando en la calle, algunos de los cuales sirvieron para los fotomontajes incluidos en el Album surréaliste.

Somorrostro. 1934 / DORA MAAR

Somorrostro. 1934 / DORA MAAR

Ya en el 36, con el inicio de la Guerra Civil, una jovencísima Gerda Taro capta las prácticas de tiro de las milicianas en la playa antes de dirigirse hacia Madrid para cubrir la batalla de Brunete, días antes de morir en un fatídico accidente. La periodista Anna María Martínez Sagui parte como reportera a la Columna Durruti y sus crónicas gráficas ilustraron las portadas de diversas cabeceras.

En 1937, la mexicana Kati Horna documenta con su cámara la vida cotidiana de los barceloneses y también las desoladoras imágenes de los terribles bombardeos que, durante el 16, 17 y 18 de marzo, devastaron la ciudad. 

De las azoteas a pie de calle

Finalizada la contienda el país se sume en un sombrío periodo en que las libertades individuales retroceden, los avances sociales se paralizan y los anhelos personales se desvanecen. Las prioridades son ahora bien distintas. Basta con subsistir.

“Barcelona desde la azotea”, el segundo capítulo, recopila los primeros años de esta dura etapa. Carme García lo hizo desde los terrados que convirtió en estudio y mirador. Montserrat Vidal i Barraquer, a pie de calle, “fue sin duda, la fotógrafa que captó con mayor intensidad el vacío de la Barcelona de posguerra”, dice la autora. Roser Martínez Rochina centra gran parte de su obra en las numerosas fábricas del Poblenou, mientras que Rosa Szücs buscaba una fotografía más reivindicativa no exenta de humor. Muchas de estas mujeres se conocieron en el grupo femenino de la Agrupación Fotográfica de Catalunya. Todas ellas contravinieron de alguna manera el rol que les había asignado la sociedad.

Interior de la estacion de Francia de Barcelona, abril mayo, 1944 / MONTSERRAT VIDAL Y BARRAQUER

Interior de la estacion de Francia de Barcelona, abril mayo, 1944 / MONTSERRAT VIDAL Y BARRAQUER

Ya en la década de los 60, las instantáneas de Joana Biarnés nos muestran una metrópolis más optimista y también se atisban cambios. Su célebre fotografía de los Beatles, llegando al aeropuerto de Barcelona en 1965, es una clara muestra.

Modelo en el paseo de Gracia y Los Beatles a su llegada a Barcelona / JOANA BIARNÉS

Modelo en el paseo de Gracia y Los Beatles a su llegada a Barcelona / JOANA BIARNÉS

Los avances hacia el progreso y la modernidad son ya incontestables en los siguientes años. Los movimientos reivindicativos feministas son registrados “A pie de calle”, título de la tercera y última parte del libro.

Matutina / MILAGROS CATURLA SORIANO

Matutina / MILAGROS CATURLA SORIANO

En esta nueva etapa se construyen miles de viviendas que traspasan los límites de la ciudad. Barcelona se desdibuja para dar cabida a una más moderna. En 1976 se celebran las Jornadas Catalanas de la Mujer en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona. Surge la revista Vindicación Feminista con Colita en la dirección de fotografía. La sociedad sale del letargo y se suceden las manifestaciones que culminarán en la huelga general del 12 de noviembre. Pilar Aymerich, Guillermina Puig, Anna Turbau, Colita, Marta Sentís o Silvia T. Colmenero fueron partícipes y testigos de muchos de estos acontecimientos. “Son fotógrafos, sin etiquetas, que quieren contar historias y hacerlas públicas”, concluye la autora.