Mercado de Santa Caterina, un ejemplo de arquitectura contemporánea en la Ciudad Condal / AJUNTAMENT DE BARCELONA

Mercado de Santa Caterina, un ejemplo de arquitectura contemporánea en la Ciudad Condal / AJUNTAMENT DE BARCELONA

Artes

Una ruta para descubrir la Barcelona más contemporánea

Los aficionados a la arquitectura no deberían dejar pasar la oportunidad de visitar el MACBA o el mercado de Santa Caterina

25 enero, 2019 14:26

Barcelona es una ciudad en la que la arquitectura contemporánea está muy presente. Sólo hay que echar un vistazo a algunos de sus edificios emblemáticos, como el MACBA (Richard Meier), la Torre Agbar (Jean Nouvel), la Torre de Collserola (Norman Foster), el Auditorio de Barcelona (Rafael Moneo), el Teatro Nacional de Cataluña (Ricard Bofill) o el puente de Bac de Roda (Santiago Calatrava).

Y no sólo edificios, sino barrios enteros de la Ciudad Condal se vinculan a una arquitectura postmoderna, como por ejemplo la Vila Olímpica. En el Anillo Olímpico de Montjuïc se encuentra el Palau Sant Jordi (Arata Isozaki) y, muy cerca, el Jardín Botánico se extiende por la ladera de la montaña como una malla de terrazas totalmente accesibles. Además, desde Barcelona Turisme recomiendan perderse por los numerosos parques de la capital catalana para descubrir obras de arquitectura pública contemporánea y diseños atrevidos: el parque de la Estació del Nord, el parque de la España Industrial o el de parque de Joan Miró, presidido por la monumental escultura del artista.

Cinco lugares imprescindibles de Barcelona para los amantes del arte contemporáneo

  • MACBA: La programación del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona explora las visiones más críticas del arte actual en un espacio abierto al intercambio de ideas y a la experimentación, todo en una gran plaza cultural que comprende desde una capilla gótica hasta el característico edificio proyectado por Richard Meier.

El Museo MACBA de Barcelona, uno de los más visitados en 'La Noche de los Museos' / CREATIVE COMMONS

El Museo MACBA de Barcelona, uno de los más visitados en 'La Noche de los Museos' / CREATIVE COMMONS

Museo MACBA de Barcelona / CREATIVE COMMONS

  • Teatro Nacional de Catauña: El TNC ocupa un gran edificio en forma de Partenón diseñado por Ricard Bofill. Ocupa una superficie de 20.000 metros cuadrados y está cubierto por un techo a dos aguas que se apoya sobre 26 columnas de doce metros de altura. El edificio en conjunto recuerda vivamente la majestuosidad imponente de un templo griego, impresión acentuada por las blancas escaleras de acceso frente a la zona ajardinada de entrada, con palmeras y olivos.
  • Antiguas fábricas de Can Felipa y Can Ricart: Hay muchos ejemplos de antiguas fábricas que han sido remodeladas para acoger nuevas actividades, como las de Can Felipa y Can Ricart. Los visitantes se sentirán cautivados por el edificio de la primera, ya que más que a una fábrica de 1855, recuerda un bloque de viviendas parisino, con buhardillas en lo alto y grandes vidrieras en la fachada. Por su parte, la antigua fábrica de Can Ricart se alza majestuosa desde su construcción, entre 1852 y 1855, al lado del Eje de Pere IV. De este conjunto que antaño fue una importante fábrica de estampados se conserva la nave principal, la torre adosada y la nave en la que hay en la actualidad un gran espacio de creación artística.

Torre de Collserola / JOAN CAMPDERRÓS - FLICKR

Torre de Collserola / JOAN CAMPDERRÓS - FLICKR

Torre de Collserola / JOAN CAMPDERRÓS - FLICKR

  • Torre de Collserola: Como una gran jeringuilla que apunta hacia el cielo, la silueta de esta edificación se recorta en el horizonte barcelonés desde 1992. Diseñada por el arquitecto inglés Norman Foster, es uno de los símbolos de la capital catalana desde los Juegos Olímcos y, además de modernidad, aporta a la Ciudad Condal el mirador más elevado sobre su llanura. Su balconada permite una excelente vista de hasta setenta kilómetros de distancia sobre Barcelona y el área metropolitana.
  • Mercado de Santa Caterina: Desde la Catedral de Barcelona llama la atención un tejado ondulado y colorista. Bajo ese techo se esconde el mercado de Santa Caterina, que fue reformado en 2005 por el equipo de arquitectos de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue. Una estructura de madera une el tejado y un gran mosaico de piezas de cerámica de colores que representa frutas y verduras rompe atrevidamente su carácter tradicional de mercado. Tradición y modernidad se fusionan en este lugar, repleto de paradas de alimentación y restaurantes que destacan por la calidad de sus productos.