Artes

Operación Chamartín (VII): comedia palatina

3 febrero, 2017 00:00

La comedia, según el diccionario, es "un suceso de la vida real, capaz de interesar y de mover a risa". También es "farsa o fingimiento". Con el adjetivo palatina se convierte en algo "de palacio o que tiene relación con él". Nadie ha hablado, aún, de las comedias que pueda haber en el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid, o que tengan relación con él. Pero conviene repasar la historia de la comedia palatina, mezcla de alta comedia, comedia de enredo y comedia de figurón, para ver el nombre de algunas. Y, para entender algo que ocurre cerca de la Operación Chamartín, detenerse en títulos y autores: Quien calla otorga (Tirso de Molina), El secreto a voces (Calderón de la Barca), y el preciso El perro del hortelano (Lope de Vega).

Lo anterior sentado, vayamos a lo concreto, que parece está ocurriendo y encuentra expresión en unos títulos, como los anteriores, que proclaman: el silencio como forma de aceptación. Lo implícito en secretos sin publicidad. Y el hecho estúpido del can que no come ni deja comer al amo. Todo ello es posible asociarlo a uno de los actores (o figurantes) que intervienen (intervienen poco o no intervienen) en la operación. En una situación que, para ser preciso y poco árido, conviene bautizar con un título amplio y algo enrevesado: el PSOE que empezó la Operación Chamartín, lejos de la disposición actual del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Madrid.

Tratemos de explicarlo separando la actuación del PSOE en el origen de la Operación Chamartín del comportamiento socialista actual. La hoy llamada Operación Chamartín la inició una administración socialista, siendo Felipe González presidente de Gobierno, Josep Borrell ministro del entonces llamado Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente, y presidiendo RENFE Mercé Sala (q.e.p.d). Era tal el respeto que ésta tenía por su trabajo en RENFE que, pasado un tiempo, lo recogió en una tesis doctoral que redactó en catalán: De la jerarquia a la responsabilitat: l’experiència de RENFE (2000).

El PSOE que empezó la Operación Chamartín está lejos de la disposición actual del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Madrid

Mucho se ha especulado sobre las razones para hacer un concurso como el que RENFE convocó, con Sala en la presidencia y Borrell en el ministerio. Con intención de ser ecuánimes, advirtamos que ambos eran economistas (Borrell, doctorado en la Universidad Complutense de Madrid; y Sala, licenciada en la de Bilbao) y que, como tales, es de suponer que tuvieran una visión economicista de la gestión. Añadamos que, al convocarlo, ya tenían experiencia: la que recoge Jesús Espelosín (concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid con Tierno Galván y Barranco), en su libro Operación Chamartín. Historia de una realidad virtual: "La propia RENFE tenía, en ese momento de 1993, la experiencia del Pasillo Verde Ferroviario, producto de la acción concertada de las mismas tres administraciones central, autonómica y municipal que intervenían en la Operación Chamartín".

Pero, a pesar del éxito en el Pasillo Verde, RENFE optó por algo distinto: un concurso tan atípico y novedoso como el definido en el “pliego de bases por las que se rige el proceso de concurrencia pública de ofertas en relación con el Desarrollo Urbanístico del recinto Ferroviario de Chamartín”, en el que no se licitaba algo mucho más complejo que una obra: el desarrollo urbanístico de una zona.

Hay autores, como el citado Espelosín, que sostienen que la decisión obedece a la falta de un líder capaz de aunar la voluntad de todas las administraciones. Otros opinan que el concurso es consecuencia del conocimiento de la administración pública que tenían Sala y Borrell, su formación académica y la convicción de que una gestión privada resultaría más eficaz en el maremágnum administrativo, político y de gestión que se iba a desatar.

Sea la razón que sea, lo cierto es que el PSOE de entonces estudió el asunto, convocó un concurso, y lo adjudicó. Hoy, el PSOE sólo tiene acceso a la operación a través del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid. Un grupo de personas que ha estado sometido a vaivenes (externos e internos) que lo colocan en una situación en la que es difícil precisar si nos hallamos ante "un suceso de la vida real, capaz de interesar y mover a risa" (comedia), "una farsa o fingimiento" en el Palacio de Cibeles (comedia palatina), o algo complejo donde se mezclan razones de partido (que acaso usen la Operación Chamartín para fines partidistas) con otras de grupo (pacto Podemos-PSOE) y con motivos personales impropios de comedias (palatinas o no).

Como el PSOE fue, y puede que deba seguir siendo, un factor de estabilidad nacional, en la política municipal madrileña y en el futuro de la Operación Chamartín, parece aconsejable entrar en la actualidad de su Grupo Municipal madrileño y ver qué pasa en él: está formado por las personas que la FSM eligió para acompañar al candidato a alcalde Antonio Miguel Carmona. Y divido en: Dirección de Grupo. Y Dirigidos por la Dirección, nombre que, aunque nadie use, revela cómo están en él los que lo forman: sometidos al silencio que aparece cuando uno/a de ellos/as declara: "En cualquier caso, la posición del PSOE en la Operación Chamartín la establece la portavoz actual. Yo de momento no soy portavoz y no podría fijar la posición política, aunque tengo una posición personal, pero esa no la debo dar por respeto a la portavoz".

La Dirección de Grupo la forman: Purificación Causapié (portavoz, licenciada en Filosofía y Letras), Mercedes González (portavoz adjunta-1, licenciada en Periodismo), María del Mar Espinar (portavoz adjunta-2, licenciada en Políticas), Ramón Silva (secretario general, con estudios en Ciencias Políticas) e Ignacio de Benito (secretario general adjunto, licenciado en Psicología). De ellas, dos se encargan de seguir los temas de urbanismo como miembros de la Comisión Ordinaria de Desarrollo Urbano Sostenible: las dos portavoces adjuntas, cuya preparación (periodismo y políticas) parece ajena a lo que es el desarrollo urbano.

Mientras tanto, en el grupo Dirigidos por la Dirección, están los pesos fuertes: Carmona, candidato a alcalde (doctor en Economía, profesor universitario, ex diputado regional), Dávila (reconocido psicólogo), Julio Ransés Pérez (licenciado en Derecho y Económicas e inspector de Hacienda) y Erika María Rodríguez (doctora en Relaciones Internacionales, psicóloga, profesora universitaria y "ponente en más de una veintena de congresos y semanarios internacionales").

El Grupo Socialista se ha convertido en un convidado de piedra mudo, incoherente con su historia y ajeno a algo importante en el futuro madrileño

En definitiva, dos grupos. Hechos a partir de unos resultados electorales previstos, que se usaron para desarropar a Carmona tras la trifulca que desalojó a Tomás Gómez de la cúpula socialista madrileña. Pasados unos meses, aquellos polvos (barrido de Gómez y lealtad de Carmona) trajeron los lodos que siguieron: retirada de la portavocía a Carmona. Nueva Dirección de Grupo. Y los Dirigidos por la Dirección.

En esta situación, lo aportado por el equipo socialista a la Operación Chamartín se reduce a: apetencia de "vigilancia, transparencia e iniciativas públicas que eviten especulaciones". Aceptación del estatus de espectador. Ignorancia evidente en sus declaraciones: "Rechazo al proyecto de Ana Botella" (no hubo). "Apoyo al proyecto del equipo de Gobierno" (no hay proyecto, sólo 16 folios de ideas). Desconocen el proyecto que DCN encargó al decano del Colegio de Arquitectos de Madrid. Y abandono de la línea Sala-Borrell, con la que el PSOE inició la Operación Chamartín.

Con ello, el Grupo Socialista se ha convertido en un convidado de piedra mudo, incoherente con su historia y ajeno a algo importante en el futuro madrileño. Además, despreciando su capacidad (decisiva en el ayuntamiento), se hace cooperador necesario (cómplice) de lo que resulte, mientras conduce al PSOE a la posición de comparsa-segundón, obediente a Podemos.

¿Es un suceso de la vida real, capaz de interesar y de mover a risa? ¿Farsa o fingimiento? ¿Propio de palacio o que tiene relación con él? ¿Comedia palatina, alta comedia, de enredo y de figurón? ¿Quien calla otorga, El secreto a voces, El perro del hortelano?

Preguntas, de comedia palatina.