Imagen del ciclo de exposiciones sobre la obra de Enric Miralles

Imagen del ciclo de exposiciones sobre la obra de Enric Miralles

Artes

Miralles, arquitectura de alta navegación

Dos décadas después de su prematura muerte, la fundación que lleva el nombre del arquitecto barcelonés reivindica la influencia de su obra y resucita su legado

17 junio, 2021 00:00

Al lugar en torno a sí misma que configura una persona lo llamamos biografía, pero en vez del espacio podríamos también utilizar el concepto del tiempo para describir la presencia múltiple de quienes se dan cita en un enclave concreto y en un instante dado. Podemos así hablar de tiempos íntimos, compartidos, de época, anecdóticos o casuales. Encarnados de modo diferente, todos ellos permiten establecer relaciones que superan la distancia y la extrañeza, incluso la sucesión de la historia, distribuidos como en una planta solar o un campo de girasoles, alrededor de un acontecer vital encarnado por un cuerpo de pensamientos, obras y acciones. Cuando hablamos del arquitecto barcelonés Enric Miralles algo de todo esto sucede.

01 MIRALLES. General Paco Elvira 1995

01 MIRALLES. General Paco Elvira 1995

El arquitecto barcelonés Enric Miralles en 1995 / PACO ELVIRA (FUNDACIÓN MIRALLES)

Miralles, muerto prematuramente hace dos décadas, manejó entre sus manos la mayor y la más radical innovación de la arquitectura española de su tiempo. Su trabajo puede entenderse hoy como un lugar, vivo en la memoria de aquellos que lo frecuentaron y presente en cada una de sus obras. Por lejanas que puedan parecer en los tiempos que corren, sus aportaciones en el campo de la arquitectura fueron el punto de partida de las preguntas que marcan la cultura arquitectónica internacional: ¿Qué es la arquitectura?  ¿Con qué se hace? ¿A quién va dirigida? Cuestiones que –de manera torticera– se tienen por banales. Comenzar a pensar desde este lugar, a partir de esta reflexión, nos permite vislumbrar una senda –la suya– que abrió los ventanales de una cultura arquitectónica inevitablemente conservadora a partir de una lectura creativa y compleja, basada en las aportaciones de la modernidad, de esta disciplina.

Cubierta y Maqueta Pabellón de Huesca / FUNDACIÓN MIRALLES

Cubierta y Maqueta Pabellón de Huesca / FUNDACIÓN MIRALLES

A mediados de abril de 1987, Enric Miralles viajó a Andalucía para hablar de Konstantín Mélnikov. En ese momento todavía no era excesivamente conocido. Traía una edición traducida de Upper Lawn, Folly Solar Pavillion, la obra de Alison and Peter Smithson publicada por la Universidad Politécnica de Cataluña donde se recoge el diario que esta pareja de arquitectos británicos escribieron tras habitar el pabellón solar que crearon junto a la abadía de Fonthill, en Wiltsshire, a modo de edificio experimental donde probar materiales no autorizados. Una casa climática con fachadas de vidrio y energía solar.

Pabellón Upper Lawn (1962) / PETER Y ALISON SMITHSON

Pabellón Upper Lawn (1962) / PETER Y ALISON SMITHSON

El arquitecto barcelonés explicaba que, a través de su experiencia, descubrió que “como los cristales de un caleidoscopio por los cuales mirar, el dietario mostraba las imágenes de sucesivos estados de reposo: siempre distintos, instantáneos, frágiles”. En la introducción, Miralles escribe: “Nos sentamos a una mesa y miramos con intensidad las páginas de este libro. Lo que nos viene a la memoria son nuestros propios recuerdos, frases, imágenes… Las que más nos han interesado vuelven del olvido. Es el recuerdo de los distintos instantes de un día o de toda una actividad paralela a una vida de trabajo. (…) Esas ligerísimas vibraciones que casi podemos tocar con los dedos han quedado para siempre en la casa”.

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Tres décadas y media después, hacemos nuestras estas palabras, precisamente cuando su obra se despliega en distintos espacios urbanos de Barcelona. A instancias de la Fundación Enric Miralles, y como homenaje a los 20 años de su fallecimiento, un ciclo de eventos singulares y actividades, acompañadas con materiales de diversos formatos, vuelven a mostrar su arquitectura y descubren una forma de hacerla que sigue siendo un referente. Una iniciativa que amplifica el compromiso de la fundación que lleva su nombre con la preservación de su memoria, dando cuenta de una obra desarrollada en apenas 25 años

Collage del mercado de Santa Caterina de Barcelona (FUNDACIÓN MIRALLES)

Collage del mercado de Santa Caterina de Barcelona (FUNDACIÓN MIRALLES)

Los materiales de este homenaje trazan una cosmovisión del Mundo Miralles a partir de 225 obras y proyectos reunidos por los comisarios Benedetta Tagliabue y Joan Roig i Duran, que han articulado el ciclo sobre la idea de un circuito compuesto por distintas exposiciones en espacios diferentes –A quarts de quatre (Saló del Tinell), Photos & Collages (Centre d’Arts Santa Mònica), Perpetuum Mobile (Disseny Hub del Ayuntamiento de Barcelona), Converses (Colegio de Arquitectos de Cataluña), A l’escola (ETSAB) o To be continued (Fundación Enric Miralles). El resultado es una sucesión de islas de mayor o menor presencia que forman un archipiélago excepcional, al tiempo que invitan a navegar entre ellas y descubrir la cosmografía única y representativa de una arquitectura viva. 

07 TROPICAL L3A8639En la arquitectura de Enric Miralles los tiempos vividos vinculan el oficio de la arquitectura con los vericuetos de la vida. Sus obras son hijas de una voluntad poderosa, asentada en un imaginario que, poblado por criaturas traídas por la memoria, lanza a la playa de la creatividad. Lo que emerge de este proceso creativo son una serie de fotografías donde aparece la presencia poderosa de su cuerpo, su mano deslizándose en el aire para trazar el vuelo de un cable o mostrar un plano o crear la cubierta de un pabellón y dibujar el perfil de una topografía artificial en un gesto de clara afirmación arquitectónica. Así aparece en Huesca o en Barcelona, en el cementerio de Igualada o en el Parlamento de Edimburgo, en  el Pabellón de Baloncesto de Osca o en el Mercado de Santa Caterina.

En la arquitectura de Enric Miralles los tiempos vividos vinculan el oficio de la arquitectura con los vericuetos de la vida. Sus obras son

3 Santa Monica 1 © Fundació Enric Miralles

Proyecto para el Embarcadero de Tesalónica / FUNDACIÓN MIRALLES

Existe aún la playa. Existe aún el ritmo cambiante de las mareas…Existe aún la indeterminación de unos perfiles. En la turbulencia del agua siempre aparecen nociones mitológicas…Así surgen estas islas, que se acercan a la llegada de las naves…”. Estas frases acompañaban la presentación de la propuesta de Miralles para el Embarcadero de la Bahía de Tesalónica realizada con motivo de la candidatura de Grecia como capital cultural de 1997. Hablan de nuestra relación con los sitios y las gentes, y con los materiales de la arquitectura. En este proyecto, inspirado en la constelación de Taurus como sistema para orientar la navegación, aparecen tres estancias: Llegadas, Bienvenida y Espera. Son los embarcaderos con los que el arquitecto catalán quiebra las dinámicas dominantes de una arquitectura petrificada e invitaba a crear nuevas construcciones de sentido. ¿Con qué arquitectura fijar el territorio en una representación? Se diría que el método Miralles es hacerlo de manera fragmentada, con instalaciones que remitan a espacios de tránsito e invención. En lugar del rostro del edificio se trata de fijarse en aquello que lo envuelve. En su aura.

Ines Table Foto Giovanni Zanzi (2)

Ines Table Foto Giovanni Zanzi (2)

Mesa de trabajo, bautizada con el nombre de Inés, diseñada por Miralles / GIOVANNI ZANZ (FUNDACIÓN MIRALLES)

La arquitectura de Miralles cuestiona el afán de continuidad, la voluntad de hacer presente una imagen a la hora de crear un edificio para que pueda ser identificado dentro de un sistema, algo que es, cuanto menos, extraño si pensamos que ya no existe ninguna continuidad en lo arquitectónico, sino más bien distintas instalaciones de habitabilidad –individualizada– a las que valorar como cada obra para dar cuenta de la Obra, al modo del teatro menor de José Sanchis Sinisterra. Podemos quedarnos en la confortable mirada crítica de lo espectacular, bienvenida aunque endogámica, o intentar desmontar la insalvable distancia con la obra Miralles si decidimos acudir a ella como usuarios. Bajo la presencia de estas brillantes arquitecturas –independientemente de su tamaño o localización– existe un vacío dispuesto para conectar desde la sugestión. Son justamente las ausencias, en lugar de las presencias icónicas, con lo que Miralles nos invita entender su obra, hecha a partir de ensayos, rutas inexploradas y cartas de navegación.

5 Muro de Canongate. Soraya Smithson. Parlamento Escocés, Edimburgo

Muro de Canongate (Parlamento de Edimburgo)