La teniente de Alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, valedora del plan de hoteles de Barcelona, en una imagen de archivo / CG

La teniente de Alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, valedora del plan de hoteles de Barcelona, en una imagen de archivo / CG

Artes

Los hoteles de Barcelona recurren el plan de alojamientos turísticos de Colau

El gremio interpone un recurso contencioso contra el Peuat, que limita las nuevas plazas

10 mayo, 2017 12:20

Los hoteles de Barcelona llevan el plan hotelero del gobierno municipal que comanda Ada Colau ante la justicia. El Gremi d'Hotels de Barcelona (GHB) ha anunciado la presentación de un recurso contencioso-administrativo contra la aprobación el plan especial urbanístico de alojamientos turísticos (Peuat).

La medida se enmarca en la "defensa de la planta hotelera de la ciudad" y contra la decisión del consistorio municipal, que provocará su "irremisible decadencia", según el gremio.

Sin reformas

Según ha explicado la asociación empresarial en una nota, la hoja de ruta urbanística, que limita las aperturas en la almendra central de Barcelona "impedirá que se puedan acometer reformas estructurales de los alojamientos hoteleros de la ciudad".

"Este hecho --ha continuado la asociación-- comportará una situación de degradación progresiva de más de la mitad de hoteles de la ciudad, que no podrán hacer obras de mejora y adecuación necesarias de sus instalaciones con el fin de mantener el nivel de calidad requerido. Ello llevará sus instalaciones a una situación de precariedad".

"Tejido empresarial"

Además de laminar la "calidad" de los establecimientos, los hoteleros creen que las restricciones "empeorarán la calidad turística de la ciudad y, por lo tanto, del turismo que nos visita".

Ello, sostiene el gremio, tendrá un efecto sobre la "calidad de vida de los vecinos" y el "dinamismo económico" de la ciudad, perjudicando en último término "la llegada de ferias, congresos y otros grandes eventos que generan un impacto socioeconómico positivo".

En el plano empresarial, el GHB cree que la hoja de ruta priva al empresario de la libertad para dinamizar su negocio, mientras que en el político, el gremio afea al ayuntamiento su "falta" de diálogo.