
El templo romano de Vic CRÓNICA GLOBAL
El templo romano mejor conservado de España: oculto en un castillo de Cataluña hasta el siglo XIX
La antigua construcción estuvo oculta en una fortaleza que ordenó construir Gifré el Pilós
Más información: El único bosque de Cataluña vetado a los niños: oculta unas escandalosas esculturas
Noticias relacionadas
- La borrasca Garoé amenaza Cataluña: frío, lluvias y fuertes nevadas hasta el miércoles
- Así es el colegio de Cataluña donde estudió Dani de la Orden: casi 100 años de historia y multilingüe
- El puerto de Canadá con nombre catalán: cuando los colonos defendieron el país que Trump quiere anexionar a Estados Unidos
Los castillos siempre se han erigido para proteger un asentamiento, una ciudad e incluso un territorio. En Cataluña, además, hubo una fortaleza que sirvió para mantener y conservar todo un templo romano.
No fue adrede, como es obvio. Es más, es un caso de lo más extraño. Como es sabido, en la Edad Media, nunca tuvieron problemas en cambiar estilos arquitectónicos superponiendo capas o incluso derruir construcciones para erigir nuevas. Pero esto no pasó en Vic.
Allí, la decisión de construir una nueva fortaleza no vino con la destrucción del templo romano existente. Básicamente, esa construcción de la edad antigua quedó oculta entre sus muros.
Curiosamente, nadie vio nada extraño. Pasó casi un milenio entero oculto en el interior de ese castillo. Fortaleza que, además, ordenó construir uno de esos referentes históricos del catalanismo, Gifré el Pilós.
Roma y Cataluña
Desde el año 897, en que el fundador de la Casa de Barcelona ordenó erigir un castillo en Vic, hasta el 1882, cuando la ciudad ordenó destruir las ruinas de esta fortaleza, nadie se percató de la existencia de ese increíble templo.
La demolición del llamado castillo de Montcada fue lo que realmente dejó a la vista que, allí, en su interior, había un imponente templo romano.
Cuando Vic fue Ausa
Muchos descubrieron entonces que Vic también fue un asentamiento romano. Su nombre era otro, Ausa, y era un territorio tan importante como lo fue Barcino o Egara (Terrassa). Por eso, no es de extrañar que allí mismo hubiese un templo. Lo raro es que se conserve.
Muchas de las construcciones romanas del municipio han sucumbido al paso del tiempo y se desconocen. Por eso, la más destacada es este Templo Romano de Vic, uno de los mejor conservados de toda España.

Temple de Vic | VIC TURISME
El templo romano mejor conservado
Convertido en un auténtico testimonio de la arquitectura y religión romana, este espectacular edificio es, sin duda, el templo romano mejor conservado de Cataluña y para muchos también el mejor conservado de España.
Conocido antiguamente como el Templo de Ausa, fue construido entre los siglos I y II d.C., un periodo en el que la dominación romana estaba plenamente consolidada en Hispania. Su función original probablemente estuvo relacionada con el culto a los dioses romanos o al culto imperial, una práctica común en las ciudades de todo el imperio.
Un templo desconocido
El templo se levanta sobre un podio y cuenta con una cella, la cámara interior donde se situaban las estatuas de las deidades, junto con un atrio que exhibe un impresionante conjunto de ocho columnas corintias.
Aunque no es tan famoso como otros monumentos romanos, su estado de conservación y la historia que lo rodea lo convierten en una parada obligada para cualquier amante de la historia. Especialmente, por su particular conservación.
Dónde está
Ubicado en el Carrer del Pare Xifré, 2, en pleno corazón de Vic, el templo es uno de esos tesoros que ya no puede pasar desapercibido, pero que hace 150 años nadie conocía. El descubrimiento de este vestigio romano fue uno de los momentos más fascinantes de la arqueología catalana.
Corría el año En 1882, cuando los responsables de la ciudad decidieron acabar con las ruinas del castillo de los Montcada. A pesar de su importancia histórica, había caído en desuso.
Del derrumbe al descubrimiento
La fortaleza, de la que apenas quedaban algunos restos, fue mandado a construir en el año 897 por Guifré el Pilós. Luego tuvo otros usos, hasta que ya nadie se hizo cargo de él.
Fue durante este proceso de derrumbe que empezó a aparecer una construcción anterior. Las excavaciones descubrieron que allí había un templo romano, una construcción que, como más tardes se supo, sirvió de base para la fortaleza, que se levantó aprovechando las paredes de la construcción romana.
Cómo logró conservarse
El castillo ocultó, tapó, ese increíble legado. Pero también sirvió para conservarlo. Tal y como cuentan los expertos, el hecho de quedar “escondido” durante siglos dentro de la estructura medieval, permitió que se mantuviera protegido de las inclemencias del tiempo y del desgaste humano.
En cambio, el castillo pasó por diversas funciones a lo largo de su historia: fue residencia de nobles, granero y hasta prisión. Nunca hasta entonces se encontró el templo romano o, al menos, no hay documentación que haga referencia al respecto. Fue en 1882, con el derribo de las estructuras medievales, que emergió el templo en un estado casi perfecto, permitiendo a los habitantes de Vic descubrir una parte olvidada de su pasado.
Detalles del templo
Este templo es, sin duda, un reflejo de la importancia que tuvo la ciudad de Ausa en tiempos romanos. Aunque la adopción del cristianismo en el siglo IV probablemente significó el cese de su uso como lugar de culto, el edificio siguió siendo relevante, posiblemente como sede de alguna función pública.
Hoy, su estructura imponente, con el podio elevado y las ocho columnas que conforman su atrio, siguen siendo elogiadas tanto por expertos como por turistas.

Templo romano Vic
Aparición de unos nombres grabados
Una de las curiosidades más notables del Templo de Vic es la inscripción de nombres en las columnas. Cada uno de los fustes tiene grabado el nombre de un vicense ilustre, lo que añade una capa extra de significado para los habitantes de la ciudad.
Además, el fuste original encontrado en las ruinas está integrado en la columna dedicada a Serra i Campdelacreu, como homenaje a quien descubrió el monumento, un detalle que convierte la visita en una experiencia aún más personal y única.
Horarios de visita
Para quienes deseen visitar este extraordinario monumento, el Templo Romano de Vic está abierto al público de martes a sábado, de 10 a 13h y de 18 a 20h, y los domingos de 18 a 20h.
La entrada es completamente gratuita, lo que convierte este viaje al pasado en una oportunidad al alcance de todos. Caminar por las mismas piedras que una vez pisaron los romanos es una experiencia que, sin duda, deja una profunda impresión.
Cómo llegar
Quien quiera acercarse a Vic desde Barcelona no tardará mucho. En coche es menos de una hora desde Barcelona. Se va por la autopista C-17, l'Eix del Congost, hasta llegar a la ciudad.
Otra opción es ir en tren. La línea R3 de Rodalies llega hasta allí en hora y media desde la estación de Sants