Fue en marzo cuando Elon Musk, fundador de Tesla Inc., anunció un reto de 100 días para construir un parque de baterías en Australia con el que suministrar energía en caso de emergencia. Han pasado casi 60 días y lo único que ha logrado es provocar una guerra en el sector: compañías eléctricas de al menos 10 países quieren arrebatarle el proyecto.
El sistema eléctrico del Estado de Australia Meridional dijo basta en plena ola de calor, en febrero. Entonces, Musk lanzó su reto en Twitter. Si no lo conseguía, dijo, los costes correrían a su cargo. Farol o no, el Gobierno local estudia desde entonces la creación de un parque de baterías con capacidad de almacenamiento de cerca de 100 megavatios por hora. Se cargan fuera de las horas pico y se descargan a la red en momentos de mayor demanda.
El parque de baterías de Tesla
Las últimas informaciones sugieren que la instalación debe estar lista en diciembre. En este sentido, diversas compañías de todo el mundo, solas o en grupo, buscan hacer caja en el país a costa de la electricidad. Entre ellas, claro, Tesla. Pero también LG y Samsung, ésta de la mano de dos empresas locales a quienes facilitaría las baterías.
Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Singapur y Corea del Sur son los lugares de procedencia de algunas de las empresas interesadas. La singapurense Equis, por ejemplo, quiere levantar dos plantas solares en la isla.
En el Estado de Australia Meridional viven 1,7 millones de personas.