Son 60 horas o más a la semana; es decir, 12 horas por jornada de lunes a viernes. Es el tiempo que dedican 700.000 españoles a su empleo principal. Lo dice la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en un informe con datos de 2015.
La fama es para los chinos, aunque sus registros no son mucho más elevados que los españoles en términos relativos: el 5,8% de la comunidad asiática dedica más de 60 horas semanales al trabajo. Por el contrario, casi uno de cada cinco turcos (23,3%) y casi uno de cada cinco surcoreanos (22,6%) pasa tanto tiempo en el empleo.
Horas extra: improductivas
Cuestión aparte es la normalización de las horas extra y si éstas son compensadas por la empresa. No es así en la mitad de los casos, tal y como explica este medio en su artículo Las horas extra en España: sistemáticas e improductivas. También hay que tener en cuenta el contexto de cada caso: el tipo de trabajo, la cultura y las expectativas de la compañía.
Empleados que trabajan más de 60 horas a la semana
En su análisis, la OCDE muestra que esta explotación laboral está más normalizada en algunos lugares de Latinoamérica como Colombia (18,9%), México (14,5%) y Argentina (8,1%). En cambio, en Europa son los griegos quienes, en mayor proporción, trabajan 60 horas o más (11,2%), por delante de británicos (5,2%), franceses (4,9%), españoles (3,9%), alemanes (3,3%) y suecos (1,9%).
El síndrome del desgaste profesional
Este exceso de horas puede derivar en el síndrome del desgaste profesional o del profesional quemado, el burnout. Para combatirlo, los entendidos recomiendan estabilidad familiar, hacer ejercicio (el yoga es una opción), tener un hobby o no tomarse el trabajo tan en serio.
Pero quienes dedican 12 horas al empleo, a lo que hay que sumar el tiempo del desplazamiento a la oficina (unos 50 minutos), las horas de sueño (ocho recomendadas), de aseo y de comida, difícilmente podrán seguir estos consejos.