Un perro en un transportín homologado para viajar en avión

Un perro en un transportín homologado para viajar en avión

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Cosas que debes saber si viajas con perros en avión

Los perros que superen los ocho kilos de peso viajarán siempre en bodega y el transportín debe estar homologado para aceptar el embarque del animal en la aernoave

19 junio, 2017 12:13

Llega la época de verano y los viajes con mascota requieren de planificación. Encontrar transportines para perros grandes, y adecuados para el tamaño del animal, no es tarea fácil. La comodidad de nuestra mascota implica tener en cuenta diferentes aspectos relacionados con la seguridad tanto del perro como del resto de pasajeros, sobre todo si viaja en una zona compartida. 

Para poder llevar a la mascota en un viaje en avión, existen varias normas y regulaciones sobre el uso de los transportines para perros. En primer lugar, se debe consultar la normativa de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que estipula unas pautas para viajar con animales de forma segura y cómoda en las que ofrece unos estándares que todo transportín homologado debe cumplir y otras medidas de seguridad.

Las aerolíneas

Pese a la regulación de la IATA, que todas las aerolíneas deben cumplir, algunas imponen sus reglas en las que puede haber más restricciones.

Los perros grandes, en la mayoría de los casos, nunca pueden viajar en cabina porque exceden el peso y las medidas máximas permitidas. Todo perro o animal a partir de ocho kilos, se considera de gran tamaño y, por tanto, debe viajar en bodega, aunque algunas compañías reducen su normativa de peso hasta los seis kilos. Los precios de estos billetes pueden oscilar entre los 100 y 300 euros, según cada la aerolínea y el vuelo.

Aun así, algunas compañías no permiten animales ni en cabina, ni en bodega, por lo que es recomendable consultar la política de cada empresa antes de comprar los billetes.

¿Cómo debe ser el transportín?

Algunas otras que, si permiten viajar con animales, deben aprobar primero la presencia del animal en el avión en sus oficinas de reservas, ya que existen plazas limitadas para los transportines de los perros y además, estos deben cumplir unas medidas obligatorias.

Cuando las mascotas viajan en bodega, están obligadas a hacerlo dentro de un transportín que cumpla con las medidas estándar permitidas, que suelen ser de 45 cm de largo, 35 cm de ancho y 25 cm de profundidad. En total, el transportín no debe sobrepasar de 105 centímetros.

Además de estas medidas, los transportines para los animales deben estar homologados. Deben ser contenedores rígidos aprobados por la IATA y dotados de una puerta metálica. Del mismo modo, tienen que tener una certificación de resistencia y comodidad para los animales.

Las mascotas deben poder ponerse de pie dentro del mismo y tener espacio suficiente para tumbarse. Además, debe cumplir también condiciones como tener ventilación, ser impermeables o contar con un cierre seguro.

El transportín del animal debe estar debidamente etiquetado para el conocimiento de los operarios aeroportuarios. Los distintivos que suelen llevar son una etiqueta verde de IATA que indique 'Animales Vivos' y otra etiqueta negra con el mensaje 'Este lado arriba'. De esta forma se evitará colocar en mala posición al animal.

En el transportín se debe llevar la suficiente comida y agua para el animal durante todo el trayecto. Cuando el perro va en cabina, el viajero puede llevarlo en su equipaje de mano. Pero al tener que viajar en bodega, es necesario proveer al animal de los alimentos adecuados.

Países con normativas distintas

La mayoría de las compañías no permiten viajar con animales si el origen o el destino del vuelo es Reino Unido o Irlanda. Estos países cuentan con diferentes normativas y, por tanto, restringen la llegada de animales por vía aérea.

Además, cuando se viaja con mascota, es obligatorio llevar la cartilla de vacunación del animal. En vuelos internacionales, ya sea Europa o el resto del mundo, también hay que disponer de un pasaporte veterinario en regla que podemos obtener en cualquier centro médico animal. Algunos países, puede tener normativas más estrictas así que siempre es recomendable consultar si se necesita presentar documentación adicional.

Normativa para razas peligrosas

La edad mínima para viajar de un animal es de diez semanas. Los perros que se consideren razas potencialmente peligrosas, deben llevar un bozal obligatorio homologado para su raza. Al ir en bodegas y ser transportados por personal desconocido por los animales, es necesario tomar medidas que impidan que la mascota pueda dañar a los operarios.

Aunque se tomen medidas para las razas potencialmente peligrosas, hay algunas aerolíneas que no permiten el viaje de algunos tipos de perro en concreto, como por ejemplo, las razas de nariz chata como los Bulldog, Boxer, Pequinés o perros de razas cruzadas. En general todos aquellos perros braquicéfalos son más susceptibles de sufrir problemas durante los vuelos e incluso, se han registrado más muertes de perros de este tipo en los viajes, por lo que algunas compañías han decidido prohibirlos.

Siempre que se quiera viajar con animales y llevarlos en transportín, no hay que olvidar consultar todas estas políticas para asegurar, sobre todo, el bienestar de la mascota.