Vista del lago de Meirama una vez terminada su restauración / CG

Vista del lago de Meirama una vez terminada su restauración / CG

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Meirama, de mina a lago

Gas Natural Fenosa ha financiado con 60 millones la rehabilitación medioambiental del entorno de una mina que abastecerá de agua La Coruña

28 febrero, 2017 13:03

Más de 840 especies animales y vegetales habitan la antigua mina de Meirama, en La Coruña. Durante 27 años, produjo lignito para la central eléctrica situada a pocos kilómetros. Ahora, se ha convertido en lago y podrá complementar el sistema de regulación para el abastecimiento de agua de la ciudad más importante del norte de Galicia.

La rehabilitación del espacio natural no se ha producido de un día para otro. En 1985, tan solo cinco años después de comenzar la explotación de la mina, se empezó a gestar el proyecto de rehabilitación medioambiental, que se puso en marcha entonces y terminó la primavera pasada.

Restauración en paralelo

Gas Natural Fenosa ha financiado el proyecto, en el que ha invertido un total de 60 millones de euros. Meirama ha pasado de ser una explotación minera de 1.000 hectáreas a un lago artificial de 171 hectáreas y una de las principales reservas hídricas de Galicia así como un entorno favorable para el desarrollo de biodiversidad.

La mina de Meirama

La mina de Meirama

La mina de Meirama una vez empezado el proceso de restauración para convertirla en lago / PAISAJES ESPAÑOLES

La mina nació con fecha de caducidad. “La vida útil de la explotación es la que es, cuando la compañía la creó ya se sabía. Aún así, la producción de lignito final fue mayor a la esperada, 94 millones de toneladas”, explica Álvaro Fernández, ingeniero de restauración y medio ambiente de Gas Natural Fenosa.

La rehabilitación convivió con la actividad como mina. Los cambios se fueron introduciendo a medida que las partes de la mina se iban explotando; la regeneración se empezó a hacer desde el principio, tal y como relata el ingeniero de la compañía. 

Reservorio de agua

El lago servirá para abastecer La Coruña de agua, sin necesidad de pasar por un tratamiento intensivo antes de ser consumida. Fue en septiembre de 2013 cuando Aguas de Galicia autorizó que Meirama se convirtiera en reserva de agua para la ciudad y sus alrededores. 

El lago de Meirama se ha convertido en el hábitat de más de 840 especies animales tras la restauración / UNIVERSIDAD DE SANTIAGO

El lago de Meirama se ha convertido en el hábitat de más de 840 especies animales tras la restauración / UNIVERSIDAD DE SANTIAGO

El lago de Meirama se ha convertido en el hábitat de más de 840 especies animales tras la restauración / UNIVERSIDAD DE SANTIAGO

Un equipo de investigadores de la Universidad de La Coruña dirigido por el catedrático Jordi Delgado se ha ocupado de llevar el seguimiento y control físico-químico del agua. Durante el llenado del lago artificial, se recogieron más de 300.000 registros para probar su calidad.

“Es un uso singular, único en el mundo y muy importante en la zona, dado que la ciudad solo cuenta con un pequeño embalse que no puede crecer”, explica el docente. Más de 500 personas han trabajado de forma directa en el proyecto desde su inicio como mina hasta su finalización, convertida en lago.

Espacio irreconocible

Un extrabajador de la mina José Prego recuerda cómo era antes el terreno: “A lo largo de 28 años, vi cómo se terminaba la explotación de la mina, tuve el privilegio de estar hasta el final, y he visto cómo evolucionaba el plan de restauración y de llenado”.

Roberto González Philippon, el subdirector de Operaciones de Recursos Naturales de Gas Natural Fenosa, también recalca el cambio que ha sufrido el entorno, de mina a lago. “Los bosques de este espacio antes eran antiguas escombreras; si te dicen que el espacio era antes una mina, posiblemente no lo creas”.