Juan Jesús González González antes de la entrevista con Crónica Global / LENA PRIETO

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“La digitalización no es poner una máquina, es hacer un cambio de cultura”

Juan Jesús González, director general de Planificación y Organización de la compañía, lleva la tecnología 4.0 al sector constructor-inmobiliario con el objetivo de ser más productivo

11 diciembre, 2019 00:00

El director general de Planificación y Organización Corporativa de Grupo Avintia, Juan Jesús González, es el máximo responsable de impulsar un cambio de cultura profundo dentro de una empresa que opera en uno de los sectores de actividad más tradicionales del país, la construcción. Tal y como él mismo reconoce, este cambio implica abrazar los avances que brinda la llamada industria 4.0 y que, al final, no deja de ser un mejora tecnológica que afecta a toda la cadena de valor de la corporación y que conlleva mayor productividad. Requiere a la vez adaptar procesos muy arraigados en la plantilla, su gran reto. 

P: ¿Cómo llegaron a la conclusión de que había llegado el momento de promover la digitalización en Avintia?

R: Después de algunos cambios previos a la digitalización, en 2014 nos dimos cuenta de que íbamos a hacer frente a un crecimiento exponencial de la actividad para el que no estábamos preparados. En ese momento nos faltaban capacidades para incorporar gente a la cadena de valor de la compañía. Por ello, empezamos a implementar nuevos procedimientos para convertir la planificación, control y seguimiento, hasta entonces analógicos, en sistemas digitales.  

--¿En qué se basan estos nuevos procedimientos?

--Esencialmente, ha supuesto automatizar la monitorización de toda la cadena de producción de la obra. El cambio más destacado se ha dado en la gestión de compras.

--¿Hablamos de usar un software en cada procedimiento?

--Sí, pero no sólo eso. Es importante entender que la digitalización no se limita a aplicar un programa o una máquina, es hacer un cambio de cultura en todo el grupo. Este proceso consiste en organizar y homogeneizar los métodos que se siguen. La parte más visual sería la de incorporarlos en un software y, al final, se consigue la digitalización proyecto a proyecto.

--¿Qué impacto tiene sobre la plantilla?

--Se sistematiza la parte de gestión, monitorización y la administrativa en un único software. Esto ha permitido optimizar el trabajo, pero no ha sido nada sencillo desde el punto de vista humano. La construcción es, en general, un sector que ofrece mucha resistencia al cambio. 

--¿Cómo se adaptan los trabajadores a este cambio de cultura?

--Mejora la calidad de vida del empleado. Facilita el trabajo de los profesionales, especialmente de los que se dedican a la división de construcción. El jefe de obra, por ejemplo, ya no tiene que estar pendiente de la parte administrativa y puede centrarse de forma exclusiva en el proyecto que desarrolla. Se rebaja de forma destacada el nivel de burocracia. 

--¿Se han creado nuevos perfiles profesionales?

-- La digitalización implica un cambio completo del modelo de negocio. Al permitir que cada trabajador se dedique más a sus propias labores, todos ellos adquieren un perfil mucho más especializado. Además, también es necesario que tengan cierto conocimiento tecnológico.

--¿Cómo afecta al día a día en las obras?

--Se trata de una nueva manera de trabajar en la que se anticipa la mayor parte de tareas constructivas en una planta industrial y después se montan las estructuras en la obra. Se aplica el sistema just in time que ahora ya es habitual en el grueso de las industrias en una obra. 

--¿Cómo se industrializa una constructora?

--Trabajamos con dos grandes sistemas. Por un lado, los cerramientos y las estructuras prefabricadas y, por el otro, el montaje de los baños y las cocinas. Al aplicar un sistema industrializado, parecido a la nueva producción en cadena, se elimina el riesgo en el control de la obra. El gran reto es conectar las fábricas y la obra propiamente dicha, con mucho mimo, a la logística. 

--¿Entonces, se hace un modelo previo y luego se construye en fábrica?

--Sí, esto se llama trabajar en BIM. Es decir, con un software de modelación en 3D que permite integrar el diseño, el modelaje y la planificación de cómo se producen las estructuras que luego se construyen en la planta. Las que llegarán después a las obras. 

--¿Cómo afecta este sistema a la calidad de la construcción?

--Contrariamente a la idea que se tiene en España sobre los materiales prefabricados, industrializar la construcción mejora de forma enorme la calidad de todo el montaje. Además, disminuye el riesgo en la obra.

--La mujer, tradicionalmente, ha tenido un papel poco importante en este sector. ¿La industria 4.0 puede romper la brecha de género?

--Trasladar la mayor parte de la obra a una planta industrial permite trabajar de un modo más controlado y con menos esfuerzo físico. Esta es la clave para abrir el sector a las mujeres y en toda la cadena de valor. 

--¿Cómo imagina a Grupo Avintia de aquí a dos años vista?

-- Pongo mucho esfuerzo para que la compañía esté preparada para empezar a crecer de manera exponencial. Para ello, queremos tener el 80% de los procesos digitalizados y que la calidad de vida del equipo de obra mejore de forma sustancial. Creemos que esta es la clave del éxito.