Beatriz Corredor, presidenta de Red Eléctrica

Beatriz Corredor, presidenta de Red Eléctrica Gustavo Valiente Europa Press

Examen a los protagonistas

Beatriz Corredor

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Tras el súper apagón del pasado lunes, apareció (con cierto retraso) la presidenta de Red Eléctrica Española, Beatriz Corredor, y dijo que no tenía ni puñetera idea de lo que había ocurrido, pero que, en cualquier caso, no pensaba presentar su dimisión, ya que, como todo el mundo sabe, España tiene la mejor red eléctrica del mundo.

Se olvidó de añadir que cobra más de medio millón de euros al año por, teóricamente, controlar que no sucedan catástrofes como la del lunes, dato que hace más fácil de comprender que se agarre al sillón con la misma energía que Pedro Sánchez, que es, por cierto, quien le otorgó el cargo en una muestra perfecta de lo que se conoce como “puertas giratorias”, tras haber sido ella ministra de Vivienda con Rodríguez Zapatero entre 2008 y 2010.

Se supone que Red Eléctrica Española es una empresa privada, pero a su mandamás lo elige el presidente del gobierno. Curioso, ¿no? Y ese presidente ni se preocupa en escoger a alguien que tenga algo que ver con el cargo que le cae. ¿Es la señora Corredor una autoridad en cuestiones eléctricas? Pues no. Beatriz Corredor (Madrid, 1968) fue la registradora de la propiedad más joven de España en su momento, pero si alguien me explica las relaciones entre la electricidad y el registro de la propiedad, le quedaré muy agradecido, ya que yo no las veo por ninguna parte. Llámenme resentido, pero yo solo veo aquí un dedazo monumental.

Comprendo que la señora Corredor no quiera dimitir, dados los emolumentos que recibe a cambio de hacer no sé muy bien qué, pero, en comparación con los salarios españoles del currante medio, 540.000 euros anuales me parecen una suma obscena. Entiendo que esta mujer se resista a perder un chollo semejante, pero dimitir sería lo más digno que podría hacer en vez de aferrarse a los billetes.

Por ahí se redimiría de las puertas giratorias, de los enchufes, del compadreo, del favoritismo. Y por el mismo precio, evitaría la posibilidad de acabar siendo cesada por quien la colocó en el cargo, caso de que la cosa se lie de tal manera que a nuestro Pedro no le quede más remedio que presentar la dimisión…de quién le caiga más cerca y le sirva para calmar al populacho sediento de sangre.

Sánchez ya lleva días insinuando que la culpa es de las eléctricas, o del presunto lobby de la energía nuclear, o de cualquiera que resulte mínimamente verosímil. Con los palos que nos pegan las eléctricas con el recibo de la luz, ¿serían capaces también de ahorrarse el dinero teóricamente dedicado a la actualización de sus instalaciones? Yo diría que sí, pero aún no tenemos pruebas y las insinuaciones de Sánchez solo son una manera de quitarse el muerto de encima y sostener que su gobierno no ha tenido nada que ver con el gran desaguisado.

La dimisión de Beatriz Corredor sería un gesto admirable. Su posible cese por quien le otorgó el cargo (lo que Dios nos da, Dios nos lo quita) sería una manera muy cutre de despedirse de ese medio kilo anual.