
La concejal del Ayuntamiento de Barcelona Laia Bonet / AJ BCN
La agresión a cuatro vigilantes en el Metro de Barcelona del pasado sábado ha vuelto a poner de manifiesto los problemas de violencia y falta de seguridad que padece la ciudad.
Un grupo de ocho violentos propinó una brutal paliza a los agentes instantes después de haber sido desalojados del vagón en el que viajaban a causa una pelea.
El brutal ataque hirió a los cuatro vigilantes, uno de ellos de gravedad y que acabó perdiendo un ojo.
El suceso evidenció la indefensión que padecen los agentes ante situaciones de peligro como estas. Algo que no es nuevo, por lo que urge que el ayuntamiento de la ciudad y Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), que preside Laia Bonet, tome ya medidas para evitar que se repitan.
En este contexto, los vigilantes de seguridad denuncian, por ejemplo, que todavía no se permita a los agentes llevar sprays de pimienta para defenderse, a pesar de tratarse de una opción autorizada por el Ministerio de Interior.
Aunque desde TMB aseguran haber contactado con los familiares del vigilante, fuentes cercanas al caso aseguraban el domingo que la empresa pública aún no había "contactado con la familia".