Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, ha demonizado los fondos de inversión como un sector económico atacable desde lo público. Sin embargo ahora, en privado, pacta con dos grandes vehículos inversores, Brookfield y Temprano, para permitirles hacer dos macroproyectos residenciales en la avenida Paral·lel y Sants. Y todo a cambio de una opaca contrapartida para el ayuntamiento que encabeza.