Edificio histórico de la Universidad de Barcelona (UB) / EP

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En voz baja

Tres 'tenores' para la Universidad de Barcelona

11 octubre, 2020 11:52

Se habla mucho de las elecciones catalanas y, cómo no, de las del Barça. Pero hay otros procesos electorales que pasan más desapercibidos y que no dejan de ser importantes. Es el caso de la Universidad de Barcelona (UB), que celebrará comicios el 26 de noviembre y el 3 de diciembre --en primera y segunda vuelta, respectivamente--. Tres candidatos optan al rectorado: Joan Elias, el actual rector, que ha tenido un mandato con más sombras que luces; Joan Guàrdia, con una candidatura abiertamente independentista y muy cercana a la Asamblea Nacional Catalana (ANC), y David Vallespín, que encabeza una candidatura transversal y plural que incorpora a personas que en anteriores comicios estaban directamente vinculados a los otros dos aspirantes.

Hace cuatro años, Elias ganó las elecciones a Guàrdia y Vallespín, pero hoy el contexto universitario es muy diferente. Aunque la UB sigue bien valorada en el contexto universitario, tanto nacional como internacional, ha perdido fuelle en los últimos años y la gestión de Elias ha sido abiertamente cuestionada en numerosas ocasiones. Vallespín apuesta para superar esta "tristeza institucional" --como calificó estos cuatro años en un articulo publicado en El Periódico-- por la autonomía universitaria y por mantener a la institución fuera del debate partidista, mientras que Guàrdia propone que la institución participe activamente y tome partido en la política catalana.

La votación será presencial y la universidad quiere garantizar al máximo la limpieza electoral para evitar conflictos. Ahora los tres candidatos a rector han presentado sus candidaturas y han dibujado sus programas electorales, dando el pistoletazo de salida a una campaña electoral en la que el tenor que fije mejor sus objetivos y logre el apoyo mayoritario dirigirá la UB en una etapa que se antoja muy complicada por el impacto de la pandemia del coronavirus, el endémico déficit universitario y porque está en juego la autonomía universitaria.