Macarena Olona, exlíder de Vox en Andalucía / EP
En voz baja
Olona pone de los nervios a Abascal
“Estoy con la moneda en la mano”, dicen que afirma Macarena Olona cuando le preguntan cuál será su futuro. Los que la conocen saben que la que ellos consideran su líder está “en proceso de escucha”, apuntan con sorna para referirse al lema de la vicepresidenta Yolanda Díaz. Lo cierto es que en los últimos días arrecía la pregunta ¿Qué hará Macarena Olona?
Santiago Abascal no parece tranquilo exigiendo que Olona señale su camino y le abre la puerta sin entusiasmo “que vuelva a afiliarse a Vox”. Todo un notición porque nadie sabía que Olona no solo abandonó el liderazgo en Andalucía sino que también el partido. Lo que queda claro tras estas palabras es que Olona molesta a Abascal, que tiene la mosca tras la oreja y se pregunta si Olona volverá a la política, pero no en las listas de Vox. Algunos ya apuntan las municipales en Madrid porque es de dominio público la mala relación entre Olona y Ortega Smith.
La protagonista del culebrón, en palabras de Espinosa de los Monteros, solo se hace querer en las redes sociales. “Estoy deseando volver a sudar la camiseta pública”, dice, dejando todo abierto. La programación de diversas conferencias en estos meses han desatado las alarmas. La cosa empezó en Granada. Próxima parada Murcia. Efecto conseguido en Granada: lleno en la conferencia e intentos de boicot con bronca incluida. Buen marketing electoral para una futura candidata que quiere ser la Meloni española.
En Vox, “están de los nervios”, comenta el entorno de la controvertida política. En estos días, ha vuelto a Panamá a promocionar el arte sacro andaluz, un país que la liga sentimentalmente, pero también políticamente. Desde allí ha dicho que las filtraciones, los ceses de colaboradores, demuestran que Vox ya “no es una familia”. Todo un aviso a navegantes. Y lo dice afirmando que “lo veo todo con mucha calma”. Calma antes de la tormenta.
