Llueve sobre mojado. La decisión unilateral de Margallo de mantener un cara a cara televisivo con el independentista Oriol Junqueras con motivo de las autonómicas del 27S irritó a los populares. Éstos ya habían censurado al ministro semanas antes, cuando propuso una reforma constitucional para encajar el hecho diferencial catalán. Y no era la primera vez que Margallo pedía cambios profundos para resolver un problema que, a juicio del equipo de Presidencia, requiere de un discurso firme y, sobre todo, único.