Sin embargo, los proyectos de la entidad secesionista penden de un hilo. A la situación política enrarecida, hay que sumar la delicada situación económica de la Assemblea que tiene números rojos superiores al medio millón de euros lo que complica la organización del evento del 11 de septiembre.
De momento, sobre la mesa está la Marxa sobre Poblet, un lugar que también levanta críticas porque está ubicado lejos de los centros urbanos, lo que preocupa a muchos porque puede tener menos seguimiento que en otras ocasiones y escenificar que el llamado proceso independentista está pinchando.