Complicado fin de semana para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el mundo del deporte americano. Todo a raíz de la fuerte polémica que se ha originado después de que el mandatario llamara a los dueños de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) a despedir a los jugadores que protestan durante el himno nacional estadounidense y retirara a los Golden State Warriors la invitación para acudir a la Casa Blanca como campeones de la NBA.
El comisionado de la NFL, Roger Goodell, aseguró que las declaraciones de Trump revelaron "una desafortunada falta de respeto" hacia la NFL y sus jugadores tras sugerir el presidente estadounidense que cualquier jugador de fútbol que protestaba era un "hijo de puta" y debería perder su trabajo.
Respuesta a las protestas
Trump también anunció el sábado a través de Twitter que ha retirado la invitación extendida a los actuales campeones de la NBA para celebrar el título en la tradicional recepción a la Casa Blanca tras las protestas vertidas por varios de sus jugadores contra el mandatario, con sus estrellas Stephen Curry y Kevin Durant a la cabeza.
"Acudir a la Casa Blanca es un gran honor para un equipo campeón. Pero Stephen Curry está dudando, así que ¡la invitación queda retirada!", escribió Trump en su cuenta de Twitter.