Lo que ocurre en el Miniestadi no tiene nada que ver con la ubicación. Tampoco con el precio de las entradas. Ni con la categoría en la que se compite. No está relacionado con el talento de los jugadores. Ni de la entidad de los rivales que visitan Barcelona. A escasos pasos del Camp Nou, compartiendo espacio con el Palau Blaugrana y la pista de hielo, los socios del Barça no encuentran en los aledaños del estadio nada más que la salida para volver a casa o la entrada para ver a Leo Messi, Andrés Iniesta y compañía. Ni rastro del filial.
Alicientes de todos los colores siguen sin ser suficientes para que el abonado azulgrana muestre cierto interés en los futuros talentos que en unos años deben dar el salto –ahora un abismo-- al Camp Nou. Ni el regreso del equipo a la Segunda División A, donde se vive la visita de rivales como el Cádiz, Rayo Vallecano, Zaragoza, Granada, Osasuna y Sporting, todos de gran tradición en Primera División, sirve para ver una entrada aceptable en un Miniestadi que se ha quedado grande. Muy grande. Y en breve pasará a ser historia. Por ello, no es de extrañar que el nuevo estadio para el filial azulgrana, que tendrá su emplazamiento en la Ciutat Esportiva Joan Gamper de Sant Joan Despí, solo vaya a contar con 6.000 butacas. Por ahora, más que suficientes.
Imagen del nuevo Miniestadi en Sant Joan Despí / FCB
De los 15.000 espectadores de capacidad que dispone en la actualidad el segundo estadio culé, solo 2.804 butacas se llenaron en la que es la mejor entrada de la temporada, que se produjo ante el Córdoba en la cuarta jornada del campeonato liguero. Con una media que difícilmente supera los 2.000 espectadores, los futbolistas del Barça B han visto que a encuentros como frente al Albacete (jornada 20) solo asistían 1.327 espectadores, menos de un 9% del aforo del estadio.
Un vistazo rápido a las 13 jornadas que se han disputado en el Miniestadi muestran unas cifras donde en tan solo un partido de los últimos cinco se han superado los 2.000 asistentes. Tenerife (2.283 espectadores), Córdoba (2.804), Lugo (1.963), Oviedo (2.690), Lorca (1.776), Sevilla Atlético (2.491), Huesca (2.482), Almería (2.124), Sporting (1.699), Albacete (1.327), Valladolid (1.642), Granada (2.561) y Alcorcón (1.692) son los registros.
Ni con entradas gratuitas
Si la entidad de los rivales o la categoría no sirven de excusa, tampoco lo puede ser el precio. Gratis todos los encuentros para el socio del Barça, el coste para el público general normalmente oscila entre los 6 y los 20 euros, cantidad equivalente a la que se paga por una entrada a un partido de Tercera División o Primera Catalana o, lo que es lo mismo, para un duelo de hasta cuatro categorías menos.
Imagen de un encuentro del Barça 'B' en el Miniestadi / FCB
El problema que está experimentando esta campaña el Camp Nou, con uno de los peores registros de asistencia de la última década, tampoco está ayudando a ver un buen ambiente en el Miniestadi. Ni la coincidencia de encuentros en una misma tarde, como este mismo sábado donde el filial juega a las cuatro y el primer equipo a las 20.45, está ayudando a que los abonados decidan hacer tiempo observando las andanzas del equipo de Gerard López, reforzado hasta las trancas por futbolistas foráneos.
Un sábado excepcional
A día de hoy, la única solución para ver una mejor entrada en el Miniestadi pasa por la mayor presencia de aficionados visitantes. Algo que ocurrirá este mismo sábado en el derbi catalán entre azulgranas y el Nàstic de Tarragona. La imperiosa necesidad de ambos por alejarse del descenso ha propiciado que desde Tarragona se movilicen hasta diez autocares que saldrán dirección a Barcelona para animar a los suyos.
DESPLAÇAMENT | ÚLTIMA HORA! A causa de l'alta demanda dels aficionats durant aquest dies, hem obert el 10è i últim Bus per presenciar el #BarçaBNàstic de dissabte a les 16 hores.
— NÀSTIC DE TARRAGONA (@NASTICTARRAGONA) 22 de febrero de 2018
Queden 15 localitats disponibles! Corre no et quedis sense!
#ForçaNAS pic.twitter.com/mVDdYGAPez
Con una cifra que se prevé que esté alrededor de los mil aficionados nastiquers, los tarraconenses aportarán cierto ambiente a un Miniestadi que sigue viendo como solo a través de los seguidores rivales su estadio puede tener un cierto caliu que el socio culé ya no está dispuesto a dar.