La retransmisión de la final de Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Sevilla CF del próximo 21 de abril está en el aire tras conocerse el informe que ha emitido la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Este organismo estatal ha considerado que el borrador del concurso para adjudicar los derechos y elegir al operador que emita los partidos de la final de Copa y de la Supercopa de este año "no cumple ninguno de los requisitos exigidos".
La CNMC ha solicitado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que haga una reformulación "totalmente nueva" del concurso para adjudicar los derechos de retransmisión. Además, pide que la RFEF revise las obligaciones comerciales y advierte que podría incurrir en un incumplimiento de la obligación de no discriminar entre operadores si persiste en limitar la explotación de los derechos de retransmisión de la Supercopa a los operadores de televisión en abierto.
Documentación insuficiente
El organismo estatal considera que la convocatoria no cumple con los requisitos de publicidad, transparencia, competitividad y no discriminación, y que la documentación aportada no concreta suficientemente los lotes o derechos objeto de comercialización, si estos se licitan de forma independendiente o agregada y cuál es el contenido y alcance de cada uno de los eventuales lotes de derechos. Según la CNMC, la federación española debe "reformular la convocatoria para recibir las ofertas de forma transparente, competitiva y no discriminatoria".
Los principales interesados con hacerse con este lote (valorado en unos 9 millones de euros) son Mediaset (Tele 5), Mediapro (Gol) y TVE. Mediapro adquirió en junio del 2016 el lote que puso a subasta la RFEF de los partidos en abierto de la Copa del Rey por los siguientes tres años. Este paquete copero incluye un partido de cada eliminatoria de la competición (excepto la final).