Los rumores se han confirmado. Era cuestión de horas y de que un Paulinho eliminado del Mundial en cuartos de final, aterrizara en Barcelona para firmar su salida del Barça y confirmar su nuevo contrato con su exequipo. La oferta era irrechazable para el club catalán. Compró al 15 brasileño por 40 millones de euros el verano pasado, y un año después, ha conseguido ingresar 50 millones con su venta. Un beneficio de 10 millones tras un año de servicios y ocho millones amortizados.
La aventura del brasileño en el Barça ha sido efímera, pero satisfactoria. Dos títulos --Liga y Copa del Rey-- y, además, ha dejado en una buena situación las arcas culés. El club, y sobre todo Valverde, contaban con el jugador para la próxima temporada, pero las exigencias del mercado, los elevados precios y una oferta como la del gigante asiático han dinamitado cualquier duda.
Además, la falta de protagonismo en el tramo final de la temporada ha decantado la balanza a favor de su exequipo. El brasileño es todo un ídolo en el Evergrande, además era el capitán del equipo. Estaba a gusto en Barcelona, pero sin una continuidad asegurada y con un sueldo que dobla al que cobra como jugador azulgrana, Paulinho ha decidido cambiar de aires y se convierte así en la primera salida veraniega del club, tras la venta de Deulofeu.
El Barça, sin pronunciarse
La urgencia del Evergrande era conocida por el club catalán. El mercado asiático cierra este miércoles 11 de julio y no había tiempo para especulaciones. Además, su capacidad financiera les permite pagar 10 millones más de los que se embolsaron por un jugador que este mes cumplirá 30 años.
El Fútbol Club Barcelona todavía no se ha pronunciado al respecto. No existe comunicado oficial, ni tampoco un adiós en las redes sociales. Aun así, Paulinho ya está haciendo las maletas rumbo a China. Además, su inesperada marcha permitiría el fichaje de otro extracomunitario. El que más suena hasta ahora es el jugador del Chelsea, Willian. En caso de que el delantero brasileño continuara en la Premier League, el club no se vería obligado a vender a Yerry Mina por sobrepasar los tres extracomunitarios por equipo.
La venta de Paulinho se traduce en un ingreso importante para el club, ya que ayudará a cuadrar las cuentas de la entidad y recortar los 150 millones de déficit del ejercicio económico, un déficit que el Barça finiquitará a partir de 3 partidas diferentes: 50 millones por ingresos de televisión, 50 del merchandising y FCB Store y 50 de Paulinho. Un negocio redondo a nivel económico, del que solo queda por ver como se solventa a nivel deportivo.
