Floyd Mayweather, Money Mayweather como se le conoce popularmente, ha entrado en el club de los deportistas que superan los 1.000 millones de dólares. Un espacio privilegiado que hasta el momento solo estaba reservado a Michael Jordan y Tiger Woods, y que desde esta madrugada tiene como nuevo miembro al boxeador estadounidense tras su triunfo por K.O técnico en el décimo asalto ante Conor McGregor.
No solo goza de esta millonaria cartera. También se ha convertido en el mejor boxeador de todos los tiempos en cuanto a combates imbatidos, con 50, superando la legendaria marca de Rocky Marciano.
Obsesión por el dolar
El patrimonio de Mayweather y su afán por el dinero quitan el hipo. Tomó una sabia decisión en 2007 al pagar 750.000 dólares para desvincularse de la promotora Top Rang que gestionaba sus peleas y crear su propia agencia, Mayweather Promotions, que no solo lleva sus combates, sino también los de 37 boxeadores.
Entre el ring y los despachos empezó a generar una fortuna que le ha permitido invertir en negocios ajenos al boxeo. Uno de ellos, el sector de la inmobiliaria, en el que posee un patrimonio de 1.000 millones de dólares en propiedades en las ciudades de Miami, Las Vegas y Nueva York. También en una empresa de cosméticos de su expareja Doralie Medina y en la famosa marca de ropa TMT (The Money Team).
Inversiones de todo tipo
La pasión por el dinero y el carácter amable que califican a Mayweather quedan comprobados en la disparidad de negocios en los que invierte. Así, tanto dirige con su actual pareja un negocio de marihuana terapéutica, como ayuda a un amigo en una compañía de automóviles o monta su propia promotora musical y un club de striptease, el Girl Collection de Las Vegas. También es inversor junto a su amigo Justin Bieber de la compañía Shots Studios, una productora de vídeos para influencers de las redes sociales.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas. Hay quien dice que Mayweather se ha visto obligado a regresar al ring por falta de liquidez para saldar sus deudas con la Hacienda estadounidense. Deudas que se remontan a hace dos años y que nadie se atreve a determinar la cantidad. Algo que igual ya no le importa en los próximos días cuando cobre la bolsa que le tienen que pagar por el combate: 350 millones de dólares. Más o menos; arriba, abajo.
