En el Camp Nou no ganan para desencantos. Una década después del adiós de Ronaldinho, pasados un par de años de la despedida de Xavi Hernández y mientras se preparan para sobreponerse a la salida del incomparable Andrés Iniesta, pocos osados de la parroquia azulgrana se aventuran a imaginar el fútbol en la Ciudad Condal sin Leo Messi. El final se acerca a la par que la significación y trascendencia del argentino aumenta en los éxitos del Barça.
La tan repetida Messidependencia existe y cada temporada se hace más patente. Con la salida de Neymar, el único que se mostró capaz de asumir los galones del argentino durante las ausencias del 'diez' la pasada campaña, la incorporación de Dembélé ha sido insuficiente para rebajar la ya de por sí dependencia del conjunto azulgrana hacia su mejor jugador.
La 'Messidependencia' acaba en derrota
Cerrando la presente temporada, Leo Messi ha vuelto a ser determinante para el Barça. Más que nunca. Liderando al equipo en las tres competiciones disputadas, el conjunto azulgrana ha notado la ausencia del argentino sobre el césped. En los diez partidos en los que no ha formado parte del once o tan siquiera ha estado convocado, el equipo de Ernesto Valverde solo ha obtenido el triunfo en cuatro y ha dejado sensación de desconcierto y vulnerabilidad en la mayoría de ellos.
Leo Messi en la previa del encuentro ante el Villarreal / FC Barcelona
Superados con victoria los trámites ante el Real Murcia (0-3 y 5-0) en Copa del Rey, la visita del Sporting de Lisboa (2-0) en la última jornada de la fase de grupos de la Champions League y la salida al campo del Málaga, colista de La Liga, por 0-2, el resto de compromisos se le han acabado atragantando a los culés. El empate copero en Balaídos (2-2), el punto sumado en el Juventus Stadium (0-0) y la igualada en el RCDE Stadium ante el RCD Espanyol (1-1) se únen a la remontada azulgrana ante el Sevilla (2-2) donde Messi dejó el banquillo durante 33 minutos para liderar --con gol incluido-- la épica reacción azulgrana (del 0-2 en el 87' al 2-2 en el 90') en el Sánchez Pizjuán.
En el último partido sin el 'diez', la hecatombe se produjo. A tan solo dos partidos del récord histórico de La Liga, la visita al Ciutat de Valencia acabó en derrota y supuso el fin de la racha de imbatibilidad culé en el campeonato regular. Sin más importancia que la pérdida de un registro para la historia, el duelo en Valencia volvió a poner en liza la trivialidad de un equipo simplón que se resiste a pensar que llegará el día en el que Leo Messi deje de transformar lo corriente en genialidad.