Pep Guardiola aseguró que quería ganar un título antes de renovar con el Manchester City. Una vez cosechada la Carabao Cup, el técnico ha decidido no dar un solo detalle más sobre su continuidad y ha apostado por el secretismo. Un hecho que no acaban de entender en Inglaterra. Tras unos días donde la polémica del lazo amarillo, que le ha acabado costando 22.500 euros al catalán, ha centrado toda la atención, el fútbol regresa al primer plano en el Etihad Stadium.
Cuestionado sobre la presencia de su representante, Josep Maria Orobitg, en Manchester, Pep Guardiola negó la mayor y aseguró que las informaciones surgidas en los últimos días sobre la reunión entre técnico y club eran erróneas. "A veces los periodistas reciben malas informaciones. Mi agente no ha estado en Manchester, ni está, ni estará en las próximas semanas para negociar mi nuevo contrato", apuntó el de Santpedor.
Sin disipar las dudas sobre su futuro en Manchester, Guardiola sí que mostró sus ganas por continuar ejerciendo de entrenador durante los próximos años y afirmó que "no descarto seguir dirigiendo en diez años. Todo dependerá de cómo me sienta y de si me quieren".