Con actitud conciliadora y con la finalidad de dar por cerrada una vinculación poco exitosa, RCD Espanyol y Quique Sánchez Flores han llegado a un acuerdo para dar por finiquitada su relación. Sin la necesidad de alargar el proceso ni pasar por los tribunales, ambas partes han encontrado una solución para zanjar los últimos flecos que permitirán que cada uno siga su camino.
Dos semanas después del cese fulminante, con contrato en vigor hasta 2019, Quique Sánchez Flores ya es conocedor de que percibirá el 50% de los emolumentos que se le adeuda en una fórmula que también se repetirá con Jordi Lardín (vinculado hasta 2020). Ambos renuncian a la mitad de los salarios pendientes.
De esta forma, en una información adelantada por el diario 'Ara', el club blanquiazul da por cerrada la salida de técnico y director deportivo después de unos días de reuniones y se ahorrará cerca de un millón y medio de euros.
En el caso del cuerpo técnico de Sánchez Flores, con contrato hasta junio, recibirán el suelo perteneciente a los dos meses de contrato que les quedaba en el club.