Las tres jornadas consecutivas en las que el RCD Espanyol ha logrado puntuar no se entenderían sin la fiabilidad defensiva que tanto había caracterizados a los blanquiazules en el primer año de Quique Sánchez Flores en el banquillo del RCDE Stadium. Con el técnico madrileño clamando al cielo recuperar ese buen hacer defensivo que por instantes, durante la presente campaña, parecía olvidado, una de las figuras claves para entender el resurgir perico en dicha faceta es Diego López.
El cancerbero gallego, sumado en el ostracismo durante la primera vuelta, ha recuperado su lugar en la portería y lo ha hecho a base de grandes intervenciones. Fundamental en el histórico triunfo ante el FC Barcelona en Copa del Rey, sus actuaciones han servido para evitar derrotas ante Celta, Villarreal y Deportivo, el gran momento de forma del meta se rubricó en una victoria tan trascendental como la de este martes ante el Real Madrid.
Diego López en una de sus intervenciones / EFE
Frente a su exequipo, Diego López firmó su segundo encuentro consecutivo sin recibir gol. Desde que Rodrigo Hernández lograra batirle en el duelo entre los blanquiazules y el Villarreal del pasado 18 de febrero, el guardameta no ha vuelto a encajar un tanto. 245 minutos imbatido que se producen después de que en sus primeros cinco encuentros las cifras no resultaran del todo halagüeñas.
Un estreno complicado
Recuperado de la lesión, y aprovechando la zozobra originada por la negativa de Pau López a la hora de aceptar la oferta de renovación del RCD Espanyol, Diego López recuperó su lugar perdido y lo hizo para asumirlo hasta el final de temporada. Liderando desde la portería, mostrando su solvencia y jerarquía, el ex del Real Madrid ha sabido reponerse de un inicio complejo en el que el mal momento del equipo le pasó factura.
La derrota por 0-3 en su estreno liguero ante el Sevilla y la enrevesada desdicha en Leganés (3-2) propiciaron que el gallego recibiera seis goles en sus primeros dos partidos. En el momento más crítico de la temporada, la victoria en el derbi copero ante el Barça y el posterior empate en Liga ante los azulgranas significaron un cambio relevante de mentalidad que se ejemplificó en el buen hacer del cancerbero.
Dos penaltis detenidos, a Leo Messi y Lucas Pérez, y actuaciones tan meritorias como la de Vigo, que le valió para que desde el club blanquiazul le 'santificaran' junto a Gerard Moreno, han permitido a Diego López iniciar una racha de imbatibilidad que ha generado que los más optimistas ya la comparen con la que protagonizó la temporada pasada, en la que registró un récord histórico en la entidad, después de que durante 586 minutos nadie lograra derrocar el muro gallego en el que se sustenta buena parte del éxito del RCD Espanyol.