Marcado por el sobresalto continuo, donde la lógica parece no tener cabida y el desconcierto aumenta con el paso de los partidos, el Mundial de Rusia estuvo cerca de ampliar la perplejidad que le rodea a costa de una selección española que rozó el tropiezo ante una tenaz Irán (0-1).
Con la imposición de obtener los tres puntos después del empate en la primera jornada y el triunfo de Portugal horas antes frente a Marruecos, que se medirá al equipo de Fernando Hierro sin posibilidades de clasificarse, España se estrenó en Kazán con un triunfo que le permite mantener intactas sus opciones de acabar como primera de grupo en un mano a mano con la selección de un omnipotente Cristiano Ronaldo que se resolverá el próximo lunes.
Los jugadores de la selección celebran el gol de Diego Costa / EFE
Del trámite que debía suponer el partido ante Irán, por más que se mitificara en las últimas horas a un conjunto perseverante pero exento de talento, a lo que acabó deparando el choque hubo un abismo. Agazapados atrás, ese sí es el punto fuerte del combinado iraní, los de Carlos Queiroz cumplieron con el guión planteado por el exmadridista --a quien los años no le han restado un apice a su propuesta conservadora-- ante una selección española incapaz de sobreponerse al buen hacer defensivo del rival.
El VAR evita la sorpresa
Con Carvajal y Lucas Vázquez como novedades en el once, España dominó pero no generó el peligro suficiente para inquietar a una sólida Irán. Ni el tanto de Diego Costa, en una acción afortunada que entró gracias a una carambola (0-1, 54’), pudo poner fin a la sensación de que la sorpresa podía llegar en cualquier momento. Lo cierto es que estuvo cerca. Demasiado cerca.
Irán dispuso de diferentes opciones para empatar el encuentro / EFE
Un gol bien anulado por el VAR al combinado iraní, que celebró con pasión un tanto sin acordarse de la presencia del videoarbitraje, y un remate de Taremi a falta de ocho minutos pudieron cambiar el desenlace de un flojo partido de España en el que los nervios, la congoja y la obligación de vencer se unieron para rozar una gesta que ya no sorprende en un Mundial donde todo puede pasar.