El Chelsea FC ha anunciado que los planes de renovación de su estadio, Stamford Bridge, deberán postergarse debido a la falta de "un clima favorable para invertir". Roman Abramovich, presidente del club londindense, tenía aprobado un proyecto millonario para mejorar la instalación y convertirla en la más cara de Europa.
La construcción del nuevo Stamford Bridge, con 60.000 asientos en lugar de las 41.600 actuales, se encuentra ahora parada —así ha estado toda la temporada de la Premier League— y no se prevén nuevos trabajos de diseño antes de que comiencen las obras, aún sin una fecha concreta.
Un nuevo hogar
La renovación se presentó en diciembre de 2015 y supone una inversión de 500 millones de libras (570 millones de euros), consistente en demoler el actual recinto y edificar uno nuevo, que de llevarse a cabo obligará al Chelsea a disputar sus partidos de fútbol fuera de la que ha sido su casa los últimos 112 años.
El diseño del nuevo campo, que también cuenta con la aprobación del distrito londinense de Hammersmith & Fulham, lo realizó el grupo suizo de arquitectos Herzog & de Meuron, que también proyectó y ejecutó la construcción del Estadio Nacional de Pekín, el Allianz Arena de Múnich o la remodelación del St. Jakob Park de Basile.