Al borde de la desaparición, al CF Gavá se le han abierto las puertas de un futuro mejor. Hay vida en La Bóbila. La llegada del CE Mercantil de Sabadell, que hace unos días confirmó el principio de acuerdo en el que asume la deuda existente en el club del Baix Llobregat haciéndose así con las riendas de la entidad en el plano institucional y deportivo, supondrá una bocanada de aire fresco en una temporada extremadamente compleja que no solo tiene consecuencias para el primer equipo azulgrana.
Los continuos cambios de entrenador --hasta cuatro han pasado ya por el banquillo de La Bóbila-- y la multitud salida y entrada de jugadores, más de 30 han vestido la camiseta azulgrana, han propiciado que el objetivo de lograr mantener la categoría se convierta en algo, prácticamente, utópico hasta la fecha para el Gavá. Un hecho que se produce más por sensaciones que por distancia numérica.
Los jugadores del Gavá celebran un gol en La Bóbila / Gavá CF
Ocupando la penúltima plaza del grupo quinto de la Tercera División, las posiciones de salvación se encuentran a 11 puntos --sin tener en cuenta los posibles descensos compensados-- pero la impresión de incertidumbre, inestabilidad y dudas que desprende la entidad no permite encontrar la anhelada regularidad que tanto necesita el club.
Pero más allá de la cara más visible del CF Gavá, ejemplificada en el primer equipo, el otro conjunto de la entidad es el paradigma de la caótica situación que se vive en el Baix Llobregat antes de la aparición del CE Mercantil. El único equipo de fútbol base que sigue teniendo en disposición el cuadro azulgrana, no puede afrontar lo que resta de temporada en el segundo grupo de la Primera División Juvenil. Los jóvenes jugadores, de entre 16 a 18 años, también necesitan ayuda.
El Mercantil al rescate
Después de salvar la categoría de forma agónica la temporada pasada, con solo tres puntos de ventaja y el goal average perdido ante el Atlétic Sant Just, el juvenil del Gavá repetía participación en el grupo 2 de la Primera División. Meses después, la permanencia se ha visto como un objetivo inviable desde bien entrada la competición liguera.
Con problemas a la hora de confeccionar una plantilla, y relegados al olvido por culpa de los múltiples problemas que protagonizó el primer equipo en el período estival, el juvenil del CF Gavá ya sabe que la próxima temporada militará en Segunda División. Tras 17 jornadas disputadas, los azulgranas son colistas sin un solo punto con derrotas tan abultadas como el 14-1 ante el Prat, el 8-0 en el derbi ante la Escola de Futbol Gavà y el 6-0 ante el Terlenka. 17 derrotas después, los números --tan solo seis goles a favor y un total de 81 en contra-- han castigado a un conjunto que se ha quedado sin jugadores y que se encuentra a 22 puntos de la salvación.
Caída más suave
Tras aplazar sus últimos encuentros al no disponer de efectivos, tras la progresiva marcha de los futbolistas, la llegada del Mercantil ha moderado la caída. Apostando por Oriol Olivé como secretario técnico, el club sabadellense ha otorgado al molletense la responsabilidad de volver a conformar un equipo y, gracias a ello, el juvenil del Gavá ha vuelto a competir.
Con lo justo, 11 jugadores, los jóvenes futbolistas volvieron a disputar este fin de semana un encuentro --derrota por 8-0 ante el Martorell-- en el primer ejemplo de lo que puede ser la aparición vallesana en la entidad del Baix Llobregat.
