Mal le han salido las cuentas al RCD Espanyol tras su punto contra Las Palmas (1-1). Todos han creído que las matemáticas cuadraban metiendo al Levante en sus cálculos, pero no tuvieron en cuenta que en un triple empate con Leganés y Deportivo les mandaría a Segunda División.
Si quiere respirar tranquilo el club perico esta semana, con los resultados que se están produciendo, debe esperar a que su gran enemigo, el Barça, puntué en Riazor, o sea que gane la Liga. De esta manera, el Deportivo no alcanzaría los 40 puntos en los partidos que quedan y provocaría esta carambola a falta de tres jornadas para finalizar el campeonato.
Patinazo total
El estado de tensión que vive el Espanyol se refleja en estos errores de cálculo. Todos acabaron el partido celebrando la salvación matemática y nadie cayó en la cuenta de este catastrófico triple empate. “Me pidieron que salvase al equipo, y en dos jornadas ya está”, dijo David Gallego, entrenador blanquiazul, tras el empate contra Las Palmas.
Con toda probabilidad, hoy a las 22.30 el Barcelona cantará el alirón y el Espanyol podrá confirmar la salvación. Paradojas del destino, la certificación matemática acabará otorgándola su máximo rival en una temporada para olvidar.