Es la época del año para navegar y ADIN (Asociación de Empresarios de Industria, Comercio y Servicios Náuticos), la patronal catalana del sector náutico, ha hecho público el número de embarcaciones de recreo vendidas en Cataluña durante el primer semestre del 2017. Los porcentajes de incremento son espectaculares, hasta el punto que en algunos segmentos no se habían producido nunca antes tales aumentos, aunque vistos con lupa no sea oro todo lo que reluce.
Estos datos, basados en las matriculaciones de embarcaciones que facilita la Dirección General de la Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Fomento, reflejan un aumento del 20,8% con respecto al mismo periodo del año anterior. Este porcentaje fue del 11,9% en el conjunto del territorio nacional proporción que resulta también muy considerable.
Cifras bajas
Sin embargo, las cifras absolutas que respaldan tan magníficos porcentajes son realmente bajas. En realidad, en Cataluña se han matriculado en el primer semestre de 2017 un total de 679 embarcaciones de recreo, mientras que en toda España se matricularon 3.138 unidades.
Durante el segundo semestre de cada año el número de unidades vendidas es menor, pues la mayoría de operaciones se realizan con la intención de disfrutar del barco nuevo en verano.
Sobre las 5.000
Esto permite suponer que se superarán las 5.000 unidades vendidas al final del año, pues en 2016 fueron 4.821 las embarcaciones vendidas. La cifra está aún muy lejos de las 10.000 unidades que se vendieron en los años 2006, 2007 y 2008.
La venta de embarcaciones de recreo registra números por debajo de épocas de prosperidad náutica / M. MALLAFRÉ
Es fácil observar que se trata de un número muy pequeño de unidades si se compara con el sector del automóvil, pues en el mismo periodo –de enero a junio de 2017– se vendieron en España 670.999 vehículos, lo cual implica un crecimiento del 7,1 % respecto al primer semestre de 2016.
La desproporción es tan abismal que las ventas de un solo modelo de automóvil equivalen a la totalidad de las ventas del sector náutico. Por ejemplo, del Jeep Renegade se vendieron 3.400 coches, mientras que del Mercedes Clase C se vendieron 3.463.
La opción del alquiler
Todo se alquila, o casi. Efectivamente, el crecimiento del sector náutico se basa, principalmente, en el aumento de las matriculaciones de embarcaciones destinadas al alquiler. A diferencia de lo que sucede en el sector del automóvil, las embarcaciones de recreo se matriculan de forma distinta según se vayan a utilizar para el uso particular o con ánimo lucrativo.
Las embarcaciones para uso particular se matriculan en la denominada lista 7ª y las destinadas al alquiler deben hacerlo en la lista 6ª. Estos son los primeros números que aparecen en las matrículas de las embarcaciones. Esta diferenciación permite determinar, en principio, el uso que se da a las embarcaciones de recreo.
Hacia lo compartido
Pues bien, las matriculaciones de embarcaciones destinadas al uso particular crecieron en Cataluña un 2,8% (el 0,7% en el conjunto del estado), pero aumentaron un 65,4 % las matriculaciones destinadas al alquiler (un 40,2% en el total del estado).
A pesar del limitado número de barcos vendidos, este crecimiento es espectacular y pone de manifiesto la tendencia internacional hacia la economía compartida, hacia el alquiler de toda clase de propiedades, tales como viviendas, residencias vacacionales, automóviles o bicicletas, en lugar de adquirirlos, evitando así el coste de adquisición y mantenimiento que ello conlleva.
Los que más y los que menos
Por áreas geográficas, el número mayor de matriculaciones se ha producido en las Islas Baleares (470), seguida de Girona (316) y Alicante (272). Por tipo de embarcación, el mayor crecimiento se da en el sector de las motos acuáticas, que crecen un 75,3% –se han vendido 800 unidades–, mientras que el mayor decrecimiento se da en los yates propulsados a vela, cuyas ventas descienden un 16,7 %.
Los puertos deportivos son un indicativo del estado de la náutica / M. MALLAFRÉ
En realidad, esto no es nada sorprendente, pues las motos acuáticas son muy fáciles de manejar y encuentran un numeroso público entre los turistas de sol y playa, que pueden alquilar las motos sin poseer ninguna titulación o permiso de conducir, a condición de estar acompañados por un monitor. Por el contrario, para manejar un yate de vela hay que tener práctica y conocimientos, además de titulación náutica.
Ahora bien, las embarcaciones de vela ligera, como son las tablas de windsurf, Optimist, 470, Finn o Laser, claramente destinadas a la práctica deportiva, no se matriculan y, en consecuencia, no están disponibles las cifras en cuanto al número de ventas.