La que debía ser la fiesta del baloncesto catalán ha quedado en nada. Horas después del retorno de la selección catalana de baloncesto tras seis años de ausencia, poco o nada se habla de lo ocurrido en Girona este viernes. En el encuentro que algunos quería utilizar como altavoz político para sus proclamas indepes, la imagen de las gradas semivacías tras el nulo éxito del llamamiento masivo que se hizo días atras ha propiciado que el partido quede oculto. Nadie habla de ello.
Con autocares saliendo desde diferentes poblaciones catalanas, entradas a tan solo ocho euros e infinidad de invitaciones que se fueron repartiendo entre clubes y jugadores de la Federación Catalana de Basquetbol (FCBQ), la sorpresa fue mayúscula tras ver el estado de unas gradas semivacías para asistir in situ al triunfo del combinado catalán ante Montenegro por (83-57).
Imagen del encuentro entre Cataluña y Montenegro / Plataforma Pro Seleccions
A pesar de que diferentes grupos en distintas plataformas habían instado en convertir el retorno de la catalana en una forma de reivindicación por la situación política actual en Cataluña, ni el complejo momento que vive la sociedad ni el afán de utilizar el deporte para otros fines fue suficiente para convertir la tristeza del encuentro en la fiesta que todos esperaban y de la que nadie habla horas después.
